Comer una dieta equilibrada que incluya proteínas de una mayor variedad de fuentes puede ayudar a los adultos a reducir el riesgo de desarrollar presión arterial alta, según una nueva investigación publicada hoy ´Hypertension´, una revista revisada por pares de la American Heart Association. Si no se trata, la hipertensión daña ...
Comer una dieta equilibrada que incluya proteínas de una mayor variedad de fuentes puede ayudar a los adultos a reducir el riesgo de desarrollar presión arterial alta, según una nueva investigación publicada hoy ´Hypertension´, una revista revisada por pares de la American Heart Association.
Si no se trata, la hipertensión daña el sistema circulatorio y es un factor importante que contribuye a los infartos de miocardio, los accidentes cerebrovasculares y otros problemas de salud.
"La nutrición puede ser una medida fácilmente accesible y eficaz para luchar contra la hipertensión. Junto con las grasas y los hidratos de carbono, las proteínas son uno de los tres macronutrientes básicos", recuerda el autor del estudio, el doctor Xianhui Qin, del Centro Nacional de Investigación Clínica de Enfermedades Renales del Hospital Nanfang de la Universidad Médica del Sur de Guangzhou (China).
Existe una fuerte relación entre la mala calidad de la dieta y el aumento del riesgo de enfermedad cardiovascular y de muerte por esta causa. En su guía dietética de 2021 para mejorar la salud cardiovascular, la Asociación Americana del Corazón aconseja comer fuentes saludables de proteínas, principalmente de origen vegetal y que pueden incluir marisco y productos lácteos bajos en grasa o sin grasa, y, si se desea, cortes magros y formas no procesadas de carne o aves de corral. La Asociación Americana del Corazón recomienda consumir de una a dos raciones, o 155 gramos, de proteínas al día.
Los autores del estudio analizaron la información sobre la salud de casi 12.200 adultos residentes en China que participaron en al menos 2 de las 7 rondas de la Encuesta de Salud y Nutrición de China entre 1997 y 2015 (encuestas realizadas cada 2-4 años).
La encuesta inicial de los participantes se utilizó como línea de base, mientras que los datos de su última ronda se utilizaron como seguimiento para la comparación. Los participantes tenían una edad media de 41 años y el 47% eran hombres. La encuesta midió la ingesta dietética en tres recordatorios dietéticos consecutivos de 24 horas y un inventario de alimentos en el hogar. Un entrevistador entrenado recogió información dietética de 24 horas durante 3 días en la misma semana durante cada ronda de la encuesta.
Los participantes recibieron una "puntuación de variedad" de proteínas basada en el número de fuentes diferentes de proteínas consumidas de entre las 8 indicadas: cereales integrales, cereales refinados, carne roja procesada, carne roja no procesada, aves, pescado, huevo y legumbres. Se otorgó un punto por cada fuente de proteína, con una puntuación máxima de 8. A continuación, los investigadores evaluaron la asociación de la hipertensión de nueva aparición en relación con la puntuación de la variedad de proteínas.
La hipertensión de nueva aparición se definió como una presión arterial sistólica (número superior) mayor o igual a 140 mm Hg y/o una presión arterial diastólica (número inferior) mayor o igual a 90 mm Hg, el uso de medicamentos para reducir la presión arterial o la declaración de que un médico les había diagnosticado hipertensión desde su última visita a la encuesta. El tiempo medio de seguimiento fue de 6 años.
El análisis reveló que más del 35% de los casi 12.200 participantes desarrollaron hipertensión alta de nueva aparición durante el seguimiento. En comparación con los participantes con la puntuación más baja de variedad en la ingesta de proteínas (menos de 2), los que tenían la puntuación más alta de variedad (4 o más) tenían un riesgo 66% menor de desarrollar hipertensión.
Para cada uno de los 8 tipos de proteínas, había una ventana de cantidad de consumo en la que el riesgo de hipertensión era menor. Los investigadores describieron esto como el nivel adecuado de consumo. Cuando se consideró la cantidad total de ingesta de proteínas, la cantidad consumida se dividió en cinco categorías (quintiles), de menor a mayor ingesta.
Las personas que consumían la menor cantidad de proteínas totales y las que consumían más proteínas presentaban el mayor riesgo de nueva aparición de hipertensión.
"El mensaje sobre la salud del corazón es que consumir una dieta equilibrada con proteínas de varias fuentes diferentes, en lugar de centrarse en una única fuente de proteínas alimentarias, puede ayudar a prevenir el desarrollo de la hipertensión", señala Qin.