Una investigación publicada en la revista ´Evidence Based Mental Health´ sugiere que bajos niveles de folato (vitamina B9) en la sangre pueden asociarse a un mayor riesgo de demencia y muerte prematura en mayores. Los niveles de folato en la sangre tienden a disminuir con la edad, y se estima ...
Una investigación publicada en la revista ´Evidence Based Mental Health´ sugiere que bajos niveles de folato (vitamina B9) en la sangre pueden asociarse a un mayor riesgo de demencia y muerte prematura en mayores. Los niveles de folato en la sangre tienden a disminuir con la edad, y se estima que hasta 1 de cada 5 adultos mayores tiene deficiencia de folato, según los investigadores.
Según la evidencia acumulada, la deficiencia de folato afecta la cognición y a la señalización nerviosa en el cerebro, lo que la convierte en un posible factor de riesgo para la demencia posterior.
El estudio se basó en los registros médicos de 27.188 personas atendidas por un centro de atención médica en Israel. Todos los participantes tenían entre 60 y 75 años y no habían tenido demencia preexistente durante al menos 10 años antes de que comenzaran los controles de folato en sangre en 2013.
En términos porcentuales, las tasas de demencia fueron de casi el 3,5 % y las de muerte por cualquier causa, cerca del 8 % entre las personas con deficiencia de folato. Esto se compara con las tasas de demencia de poco más del 3 % y de muerte por cualquier causa de casi el 4 % entre los que no tenían deficiencia de folato.
Después de tener en cuenta los factores potencialmente influyentes, incluida la diabetes coexistente, la depresión, el deterioro cognitivo, la deficiencia de vitamina B12, el tabaquismo y el uso de suplementos de ácido fólico, las personas con deficiencia de folato tenían un 68 % más de probabilidades de ser diagnosticadas con demencia y casi 3 veces más probabilidades de morir por cualquier causa.
Los investigadores barajan que la deficiencia de folato puede afectar los niveles de homocisteína y, por lo tanto, el riesgo vascular de demencia, y/o comprometer la reparación del ADN de las neuronas, haciéndolas vulnerables al daño oxidativo, lo que a su vez podría acelerar el envejecimiento y el daño de las células cerebrales, explican.
En definitiva, para estos autores, las concentraciones séricas de folato pueden funcionar como un biomarcador utilizado para modificar los riesgos de demencia y mortalidad en la vejez", y agregan que los adultos mayores deben someterse a pruebas de detección de forma rutinaria para detectar deficiencia de folato. "Las implicaciones para la política de salud pública parecen ser monitorear de manera confiable las concentraciones séricas de folato en adultos mayores y tratar la deficiencia con medidas preventivas y/o como parte de las estrategias terapéuticas implementadas mientras se revisan regularmente los resultados clínicos de los pacientes", según concluyeron.