Investigadores del Centro Nacional Cerebral y Cardiovascular de Japón han evidenciado, en un estudio publicado en la revista ´Neurology´, que el deterioro de la función renal está asociado preferentemente con subtipos específicos de accidentes cerebrovasculares. En concreto, los expertos han observado que los pacientes que tienen una función renal deficiente tienen ...
Investigadores del Centro Nacional Cerebral y Cardiovascular de Japón han evidenciado, en un estudio publicado en la revista ´Neurology´, que el deterioro de la función renal está asociado preferentemente con subtipos específicos de accidentes cerebrovasculares.
En concreto, los expertos han observado que los pacientes que tienen una función renal deficiente tienen más probabilidades de sufrir un accidente cerebrovascular cardioembólico, pero menos de sufrir una oclusión de vasos sanguíneos pequeños, en comparación con las personas que tienen una función renal normal.
"Otros grupos han explorado el vínculo entre la insuficiencia renal y el accidente cerebrovascular, pero los resultados fueron inconsistentes, con algunos estudios que no encontraron una asociación significativa entre estas dos condiciones, y algunos estudios mostraron que sí hay una conexión", han comentado los investigadores.
Para resolver esta controversia, analizaron datos clínicos de más de 10.000 personas del Japan Stroke Data Bank, una base de datos nacional de pacientes con accidente cerebrovascular agudo. Este registro multicéntrico de base hospitalaria tiene la ventaja de incluir información clínica estandarizada, asegurar un diagnóstico válido de ictus e involucrar el manejo agudo por parte de especialistas en ictus.
"El uso de una base de datos tan grande y completa nos permitió demostrar definitivamente que las bajas tasas de filtración y los altos niveles de proteína en la orina están asociados con el accidente cerebrovascular cardioembólico, mientras que la oclusión de vasos pequeños fue menos común en comparación con otros tipos de accidente cerebrovascular", han apostillado los expertos.
Además del mayor riesgo de accidente cerebrovascular cardioembólico, la tasa de filtración baja predijo una discapacidad después del accidente cerebrovascular cardioembólico, y tanto la tasa de filtración baja como los niveles altos de proteínas en la orina se vincularon con una mayor probabilidad de morir durante la hospitalización por accidente cerebrovascular.