La tuberculosis es una enfermedad infecciosa potencialmente grave causada por un tipo de bacteria llamada Mycobacterium tuberculosis, que suele afectar a los pulmones, aunque pueden invadir también otros órganos. En 2018, la bacteria de la tuberculosis infectó a 1.700 millones de personas, aproximadamente el 23 % de la población mundial, según ...
La tuberculosis es una enfermedad infecciosa potencialmente grave causada por un tipo de bacteria llamada Mycobacterium tuberculosis, que suele afectar a los pulmones, aunque pueden invadir también otros órganos.
En 2018, la bacteria de la tuberculosis infectó a 1.700 millones de personas, aproximadamente el 23 % de la población mundial, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). En 2020, los mismos informaron de 7.174 casos de tuberculosis y 13 millones de personas que vivían con una infección de tuberculosis latente en Estados Unidos.
Un nuevo estudio desarrollado recientemente por investigadores del Baylor College of Medicine encontró que las células de humanos y animales que se recuperaron de la tuberculosis habían envejecido prematuramente hasta los 12 a 14 años.
"Es posible que este envejecimiento celular prematuro sea una de las razones por las que los sobrevivientes de tuberculosis tienen un alto riesgo de mortalidad", a juicio del Dr. Andrew DiNardo, profesor asistente de enfermedades infecciosas en el Baylor College of Medicine y autor principal del artículo.
Para medir el envejecimiento de las células, los investigadores observaron el reloj epigenético de las células. La epigenética analiza cómo se enrolla el ADN dentro de cada célula. A medida que envejecemos, cambia la forma en que se enrolla el ADN, y una infección grave lo modifica de tal manera que aumenta el envejecimiento prematuro.
En este estudio, publicado en la revista ´Aging´, los investigadores estudiaron múltiples cohortes y múltiples tipos de tejidos y descubrieron que la tuberculosis inducía perturbaciones en la regulación epigenética, específicamente en la regulación mediada por la metilación del ADN. Estos cambios se correlacionaron con la senescencia inducida por el estrés oxidativo y se asociaron con el envejecimiento celular prematuro. Estos procesos se conservaron tanto en cobayos como en humanos.
El Dr. DiNardo señaló que esta es un área importante que se debe analizar después de cualquier infección grave, incluida la sepsis o, incluso, el SARS-CoV-2. La gravedad de la infección también podría desempeñar un papel en el envejecimiento de las células.
"Un ensayo de reloj epigenético multiómico podría convertirse en parte del estándar de atención para enfermedades infecciosas e informar aún más sobre el aumento del riesgo de comorbilidades después de condiciones crónicas o exposición ambiental", indicó, por su parte, el Dr. Cristian Coarfa, profesor asociado de biología molecular y celular en Baylor and co-autor correspondiente del artículo.