Según se estima, unos cinco gramos de partículas de plástico podrían penetrar semanalmente en tracto gastrointestinal humano, lo que equivale al peso de una tarjeta de crédito. Numerosos estudios están investigando si los micro y nanoplásticos ingeridos representan un riesgo para la salud, ya que, hasta la fecha, se desconocen ...
Según se estima, unos cinco gramos de partículas de plástico podrían penetrar semanalmente en tracto gastrointestinal humano, lo que equivale al peso de una tarjeta de crédito. Numerosos estudios están investigando si los micro y nanoplásticos ingeridos representan un riesgo para la salud, ya que, hasta la fecha, se desconocen realmente sus efectos.
Precisamente, un equipo de investigación de la Universidad de Viena ha resumido el conocimiento científico actual sobre el tema, que se ha publicado en la revista ´Exposure & Health´.
La investigación médica se centra en el sistema digestivo, donde se pueden encontrar partículas micro y nanoplásticas (MNP) en los tejidos. Los estudios experimentales indican que los MNP ingeridos que pasan por el tracto gastrointestinal provocan cambios en la composición del microbioma intestinal.
El equipo de investigación dirigido por Elisabeth Gruber (División de Cirugía Visceral del Departamento de Cirugía General de MedUni Viena) y Lukas Kenner (Departamento de Patología MedUni Viena, Centro Integral del Cáncer (CCC) MedUni Viena y Hospital General de Viena, Departamento de Patología Animal de Laboratorio de VetMedUni ) expusieron que tales cambios están asociados con el desarrollo de enfermedades metabólicas como la diabetes, la obesidad o la enfermedad hepática crónica.
Además de los efectos sobre el microbioma intestinal, los científicos también describieron mecanismos moleculares específicos que facilitan la absorción de MNP en el tejido intestinal. Utilizando análisis específicos, se demostró que los MNP en el tracto gastrointestinal podrían absorberse cada vez más en el tejido bajo ciertas condiciones fisicoquímicas y activar los mecanismos involucrados en las respuestas inmunitarias e inflamatorias locales. Los nanoplásticos en particular están asociados con procesos bioquímicos que están involucrados de manera crucial en la carcinogénesis.
Partículas de plástico también en el agua potable
Los nanoplásticos se definen como aquellos que tienen un tamaño inferior a 0,001 milímetros, mientras que los microplásticos, de 0,001 a 5 milímetros, son hasta cierto punto todavía visibles a simple vista. Los MNP entran en la cadena alimentaria a partir de residuos de envases, entre otras fuentes.
Las partículas de plástico no solo ingresan al cuerpo a través de alimentos como la vida marina o la sal marina en particular, la bebida también juega un papel importante. Según un estudio, cualquiera que beba de 1,5 a 2 litros de agua al día recomendados de botellas de plástico ingiere unas 90.000 partículas de plástico al año solo de esta forma. Sin embargo, quienes eligen agua del grifo pueden, dependiendo de su ubicación geográfica, reducir la cantidad ingerida a 40.000 partículas de plástico. Los investigadores también demostraron una contaminación generalizada del agua mineral con xenohormonas lixiviadas de las botellas de PET (tereftalato de polietileno).
Los posibles efectos adversos para la salud de las partículas de plástico podrían ser particularmente impactantes para las personas con una carga de enfermedades crónicas, según Lukas Kenner. "Los cambios locales en el tracto gastrointestinal, como los presentes en enfermedades crónicas o incluso en el estrés negativo, podrían hacerlos susceptibles a los efectos nocivos de los MNP", concluyó dicho experto.