Aproximadamente 1 de cada 25 personas será diagnosticada cáncer colorrectal a lo largo de su vida. En este contexto, la creación de un entorno inmunosupresor es clave para la progresión de los adenomas colorrectales benignos a carcinomas malignos invasivos, según investigadores de Moffitt Cancer Center en Florida (EEUU), cuyos hallazgos ...
Aproximadamente 1 de cada 25 personas será diagnosticada cáncer colorrectal a lo largo de su vida. En este contexto, la creación de un entorno inmunosupresor es clave para la progresión de los adenomas colorrectales benignos a carcinomas malignos invasivos, según investigadores de Moffitt Cancer Center en Florida (EEUU), cuyos hallazgos han sido publicados en ´Nature Communications´.
Estos científicos se propusieron conocer más a fondo los pasos que los adenomas precancerosos dan hasta convertirse en carcinomas invasivos. Para ello utilizaron modelos matemáticos y análisis de los tejidos de los pacientes para caracterizar estos procesos.
Mediante sus análisis, los investigadores descubrieron que el escape inmunitario representa un "cuello de botella" por el que deben pasar los adenomas precancerosos para progresar hasta convertirse en un carcinoma maligno, una hazaña que se consigue con mayor frecuencia mediante la construcción de un nicho inmunosupresor.
Entre sus hallazgos, destaca que los adenomas que comienzan a progresar a un estado maligno lo hacen creando un nicho rico en células inmunosupresoras y citoquinas, impidiendo que el tumor sea eliminado por las células inmunitarias depredadoras. A medida que el tumor maligno inicial sigue progresando, los niveles de células inmunosupresoras y citoquinas aumentan, lo que permite que el tumor resida en un entorno libre de células inmunitarias depredadoras, donde puede seguir creciendo y adquirir más antígenos para convertirse en un carcinoma totalmente maligno.
"Dado que el nicho inmunosupresor es fundamental para la progresión y la persistencia, la reingeniería del microambiente hacia un fenotipo inmunocaliente puede resultar una forma efectiva de inmunoterapia", explicó Chandler Gatenbee, científico investigador del Departamento de Oncología Matemática Integrada y miembro del Anderson´s laboratorio.
Actualmente, los programas de detección de cáncer de intestino detectan aproximadamente cinco adenomas de alto riesgo por cada cáncer encontrado y la vigilancia endoscópica longitudinal de los adenomas revela que menos del 2 % de los adenomas progresan a cáncer en tres años. "En consecuencia, parece haber un ´obstáculo evolutivo´ sustancial que debe superarse para que un adenoma se vuelva invasivo", concluyó la autora principal del estudio, Dra. Sandy Anderson, presidenta del Departamento de Oncología Matemática Integrada y cofundadora del Centro de Excelencia para Terapia evolutiva en Moffitt.