Científicos de la Escuela Médica Albert Einstein han utilizado una cepa atenuada de Listeria monocytogenes para entregar el toxoide del tétanos (TT) a las células de adenocarcinoma ductal de páncreas, la forma más común de cáncer de páncreas. Derivado de la toxina del mismo nombre, el TT reactiva los linfocitos ...
Científicos de la Escuela Médica Albert Einstein han utilizado una cepa atenuada de Listeria monocytogenes para entregar el toxoide del tétanos (TT) a las células de adenocarcinoma ductal de páncreas, la forma más común de cáncer de páncreas. Derivado de la toxina del mismo nombre, el TT reactiva los linfocitos T CD4+ que ya habían sido expuestos en algún momento de la vida del individuo a este antígeno y que se mantenían inactivos pero vigilantes en la memoria inmunológica.
En ratones portadores de tumores con las mutaciones más comunes, el tratamiento con la bacteria indujo la acumulación de estos linfocitos en el microambiente tumoral y la producción de proteínas involucradas en la destrucción del tumor, tales como la perforina y la granzima B. Incubados in vitro, estos linfocitos mostraron actividad frente a una línea celular de cáncer de páncreas, indicando que la regresión tumoral observada in vivo es causada por aquéllos. En la enfermedad avanzada este tratamiento no sólo redujo la carga del tumor primario en un 80%, sino también la de las metástasis en un grado incluso mayor. Claudia Gravekamp, directora del estudio, afirma que la transformación inmunológica del tumor fue significativamente potenciada por la gemcitabina, una quimioterapia frecuente en este tipo de cáncer. Así lo confirma la observación de estructuras peritumorales similares a los ganglios linfáticos, con linfocitos tanto CD4+ como CD8+. La investigadora concluye indicando que las estrategias basadas en antígenos para los que ya existe memoria inmunológica puede constituir una alternativa a la inmunoterapia clásica basada en neoantígenos.