Un estudio de la Facultad de Medicina Yong Loo Lin de la Universidad Nacional de Singapur ha demostrado que las vesículas liberadas por los glóbulos rojos son una plataforma viable para la entrega de moléculas de ARN inmunoterapéuticas para suprimir el crecimiento y la metástasis del cáncer de mama. En la ...
Un estudio de la Facultad de Medicina Yong Loo Lin de la Universidad Nacional de Singapur ha demostrado que las vesículas liberadas por los glóbulos rojos son una plataforma viable para la entrega de moléculas de ARN inmunoterapéuticas para suprimir el crecimiento y la metástasis del cáncer de mama.
En la lucha contra el cáncer, el desarrollo de fármacos eficaces es sólo la mitad de la batalla; igual de importante es la forma de hacer llegar los fármacos de forma eficaz y segura a las zonas enfermas del cuerpo. El reto de la administración de fármacos es especialmente pertinente en el caso de las terapias de ARN dirigidas a un importante receptor inmunomodulador, el RIG-I.
Cuando es activado por ciertos tipos de ARN, el receptor puede iniciar respuestas inmunitarias para eliminar las células cancerosas. Dado que los ARN son inestables y frágiles por naturaleza, los fármacos basados en ARN deben estar empaquetados en soportes adecuados para evitar su degradación y promover una captación eficaz por parte de los tejidos cancerosos objetivo.
El estudio, publicado en la revista científica ´Journal of Extracellular Vesicles´, consiguió administrar ARN activadores de RIG-I mediante pequeñas partículas unidas a la membrana de los glóbulos rojos, denominadas vesículas extracelulares de glóbulos rojos (RBCEV), para suprimir la progresión del cáncer.
El equipo también había descubierto en estudios anteriores que estas vesículas son portadores terapéuticos ideales con una capacidad natural para entregar moléculas bioactivas a muchos tipos de células.
"Con el descubrimiento de la capacidad de estas vesículas para transportar fármacos de forma eficaz a los receptores objetivo, esperamos que nuestra investigación pueda conducir a mejores resultados en el tratamiento de los pacientes con cáncer. La correcta localización de los fármacos en las células enfermas también es fundamental para minimizar los efectos no deseados que pueden provocar toxicidad", explica el líder del estudio, Minh Le.
Para el estudio, se desarrollaron dos nuevas moléculas de ARN y se empaquetaron en RBCEV para activar la vía RIG-I, inducir la muerte celular en cultivos de células de cáncer de mama y suprimir el crecimiento tumoral en modelos de laboratorio con cáncer de mama.