La exposición a una clase de sustancias químicas sintéticas muy utilizadas está relacionada con daños en el hígado, según un nuevo estudio realizado por investigadores de la Facultad de Medicina Keck de la University of Southern California (Estados Unidos) publicado en la revista científica ´Environmental Health Perspectives´. Denominadas perfluoroalquiladas y polifluoradas ...
La exposición a una clase de sustancias químicas sintéticas muy utilizadas está relacionada con daños en el hígado, según un nuevo estudio realizado por investigadores de la Facultad de Medicina Keck de la University of Southern California (Estados Unidos) publicado en la revista científica ´Environmental Health Perspectives´.
Denominadas perfluoroalquiladas y polifluoradas (PFA), estas sustancias químicas artificiales están presentes en una amplia gama de productos industriales y de consumo. Las PFA se denominan a veces sustancias químicas eternas porque se descomponen muy lentamente y se acumulan en el medio ambiente y en los tejidos humanos, incluido el hígado.
"Las PFA son omnipresentes, y sabemos que todos los adultos tienen niveles detectables de PFA en sus cuerpos. Hay un interés creciente en los efectos a largo plazo de la exposición a las PFA sobre la salud, y este estudio apoya que hay pruebas de que las PFA están asociados a lesiones hepáticas", explica la doctora Leda Chatzi, una de las líderes de la investigación.
Este es el primer estudio que revisa sistemáticamente los datos sobre la exposición a las PFA y los daños en el hígado, sintetizando los resultados de 111 estudios revisados por expertos en los que participaron tanto seres humanos como roedores.
Los investigadores evaluaron si la exposición a las PFA estaba asociada a niveles elevados de alanina aminotransferasa, o ALT, que es una enzima hepática que constituye un biomarcador de daño hepático cuando está elevada.
Llegaron a la conclusión de que tres de las PFA más comúnmente detectadas en los seres humanos -el ácido perfluorooctanoico (PFOA), el sulfonato de perfluorooctano (PFOS) y el ácido perfluorononanoico (PFNA)- están relacionados con niveles elevados de ALT en la sangre de los seres humanos y de los roedores.
Los autores también observaron algunas diferencias en los efectos de las PFA sobre la lesión hepática entre hembras y machos, lo que sugiere un posible mecanismo a través de la desregulación hormonal.
La ALT también se eleva en los seres humanos que padecen la enfermedad del hígado graso no alcohólico (HGNA), una afección en la que se acumula un exceso de grasa en el hígado, lo que sugiere una posible relación entre las PFA y el espectacular e inexplicable aumento de la HGNA en los últimos años. La HGNA se ha convertido en una grave crisis de salud pública que afecta al 25 por ciento de los adultos en todo el mundo.
Las pruebas obtenidas en experimentos con animales indican que las PFA, que son sustancias químicas que alteran el sistema endocrino, pueden promover cambios metabólicos que pueden dar lugar a un hígado graso, a menudo diagnosticado por histopatología.
Asimismo, los estudios epidemiológicos han informado de asociaciones entre la exposición a las PFA y el colesterol, los triglicéridos y el ácido úrico, todos ellos biomarcadores adicionales de alteraciones metabólicas, HGNA y enfermedad hepática avanzada.
Los investigadores señalan que, si bien la investigación en animales muestra sistemáticamente que la exposición a las PFA está relacionada con la acumulación anormal de grasa en el hígado, es difícil llegar a la misma conclusión sobre los seres humanos porque hay pocos datos confirmados por biopsia sobre la HGNA en la investigación humana existente.