Un nuevo estudio revela que la cadena ligera de los neurofilamentos (NfL) ofrece un enorme potencial para facilitar la detección y gestión de la demencia frontotemporal (FTD), una patología neurodegenerativa cuya terapia ha progresado muy poco, debido precisamente a la falta de biomarcadores. En el examen del plasma de pacientes ...
Un nuevo estudio revela que la cadena ligera de los neurofilamentos (NfL) ofrece un enorme potencial para facilitar la detección y gestión de la demencia frontotemporal (FTD), una patología neurodegenerativa cuya terapia ha progresado muy poco, debido precisamente a la falta de biomarcadores. En el examen del plasma de pacientes y de individuos portadores de mutaciones de riesgo, los investigadores han hallado que los niveles de NfL se encuentran elevados. Esta elevación fue constatable tanto en pacientes pre-sintomáticos como en los que presentaban síntomas leves, asociándose también a indicadores de severidad. Leonard Petrucelli, científico en el Departamento de Neurología de la Clínica Mayo y co-director del estudio, afirma que los hallazgos pueden ser útiles tanto para identificar a los individuos de riesgo antes de la fenoconversión, como para diagnosticar de manera temprana a pacientes y contribuir a su selección para ensayos clínicos. La FTD es un conjunto de desórdenes caracterizados por un deterioro del lenguaje, la función ejecutiva o el comportamiento, con un componente genético en el 30% de los casos. La sustancial heterogeneidad clínica dificulta el establecimiento de métodos pronósticos, cuyos biomarcadores son esenciales en la predicción de la velocidad de progresión de la enfermedad. Este parámetro, asegura Petrucelli, es clave en el apropiado establecimiento de grupos en los ensayos clínicos dirigidos al desarrollo de fármacos. Aunque la NfL ya había mostrado su potencial como biomarcador en el líquido cefalorraquídeo, su examen en este compartimento es poco práctico, particularmente en ensayos longitudinales, concluye el investigador.