La grasa corporal se asocia con mayor riesgo de padecer cáncer de próstata mortal, según el mayor estudio de este tipo, presentado presentado en el Congreso Europeo sobre Obesidad (ECO) de este año en Maastricht (Países Bajos), y publicado simultáneamente en la revista ´BMC Medicine´. En él se constata que cada ...
La grasa corporal se asocia con mayor riesgo de padecer cáncer de próstata mortal, según el mayor estudio de este tipo, presentado presentado en el Congreso Europeo sobre Obesidad (ECO) de este año en Maastricht (Países Bajos), y publicado simultáneamente en la revista ´BMC Medicine´.
En él se constata que cada 10 cm de cintura de un hombre aumenta en un 7% sus probabilidades de morir de cáncer de próstata. Sin embargo, la asociación no sólo se aplicaba a la grasa del vientre, ya que el aumento del riesgo era similar para la grasa corporal general.
"Saber más sobre los factores que aumentan el riesgo de padecer cáncer de próstata es fundamental para prevenirlo --afirma la doctora Aurora Pérez-Cornago, de la Unidad de Epidemiología del Cáncer, Oxford Population Health, Universidad de Oxford (Reino Unido), que dirigió la investigación--. La edad, los antecedentes familiares y la etnia negra son factores de riesgo conocidos, pero no son modificables, por lo que es importante descubrir factores de riesgo que sea posible cambiar".
Además, aunque muchos cánceres de próstata son de crecimiento lento y pueden no causar daño a un hombre durante su vida, otros son letales y éstos pueden tener diferentes factores de riesgo.
Algunos estudios anteriores han sugerido que una mayor adiposidad (cantidad de grasa corporal) es un factor de riesgo de cáncer de próstata letal, siendo especialmente importante la adiposidad central (grasa alrededor del vientre y la cintura).
Sin embargo, el reducido número de muertes por cáncer de próstata incluidas en los distintos estudios ha dificultado la obtención de conclusiones firmes.
Para saber más, la doctora Pérez-Cornago y sus colegas reunieron los datos de múltiples estudios publicados en un meta-análisis, financiado por Cancer Research UK, que fue el mayor meta-análisis de este tipo. Incluyó datos de 2,5 millones de hombres procedentes de 19 estudios de las bases de datos PubMed, Embase y Web of Science, así como datos de un nuevo análisis de los datos de más de 200.000 hombres del estudio UK Biobank.
Todos los estudios incluidos en el metaanálisis eran prospectivos, lo que significa que se realizó un seguimiento de los hombres libres de cáncer de próstata al inicio del estudio durante muchos años y se registró el número de muertes por cáncer de próstata durante ese tiempo.
La adiposidad se midió al inicio de cada estudio, y se utilizaron hasta cuatro medidas diferentes: el índice de masa corporal (IMC, una medida de la grasa corporal basada en el peso y la altura, disponible para 19.633 hombres que posteriormente murieron de cáncer de próstata), el perímetro de la cintura (3.181 muertes), la relación cintura-cadera (1.639 muertes) y el porcentaje de grasa corporal (670 muertes).
Una mayor cantidad de grasa corporal (adiposidad) se relacionó con una mayor probabilidad de padecer cáncer de próstata mortal.
Se descubrió que cada aumento de cinco puntos en el IMC aumentaba el riesgo de morir de cáncer de próstata en un 10%, mientras que un aumento del 5% en el porcentaje total de grasa corporal elevaba el riesgo en un 3%.
El riesgo aumentaba de forma similar en el caso de la adiposidad central. Cada incremento de 0,05 en la relación cintura-cadera aumentaba el riesgo de cáncer de próstata mortal en un 6%. Y cada aumento de 10 cm (3,9 pulgadas) en el perímetro de la cintura aumentaba las probabilidades en un 7%.
Los investigadores también calcularon que habría unas 1.300 muertes menos por cáncer de próstata al año en el Reino Unido si el IMC medio de los hombres fuera cinco puntos más bajo.
"Descubrimos que los hombres con mayor adiposidad total y central tienen un mayor riesgo de morir de cáncer de próstata que los hombres con un peso saludable", concluyen los investigadores.
No está claro qué hay detrás de esta relación, dice la doctora Pérez-Cornago, pero se han propuesto varios mecanismos biológicos. Sin embargo, es probable que las diferencias en la detección también desempeñen un papel. La enfermedad puede ser más difícil de detectar en los hombres con obesidad, lo que hace que se diagnostique más tarde, cuando es más difícil de tratar.
La doctora Pérez-Cornago añade que "hay que seguir investigando para determinar si la asociación tiene un origen biológico o se debe a los retrasos en la detección en los hombres con mayor adiposidad. En cualquier caso, nuestros últimos resultados proporcionan otra razón para que los hombres intenten mantener un peso saludable", añade.
Karis Betts, Directora de Información Sanitaria de Cancer Research UK, resalta que "esta investigación analiza la probabilidad de morir de cáncer de próstata de las personas con sobrepeso u obesidad, pero se necesitan más estudios para investigar si la obesidad aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de próstata en primer lugar. Aunque el jurado no está seguro de la relación entre el cáncer de próstata y la obesidad, sigue siendo importante mantener un peso saludable, ya que la obesidad provoca otros 13 tipos de cáncer".
"Sin embargo --prosigue--, si se aprovechan estos útiles hallazgos en el futuro, los científicos podrán empezar a desentrañar cuál podría ser el mecanismo del cáncer de próstata y la obesidad, lo que les ayudará a comprender mejor quiénes tienen un mayor riesgo de contraer y morir de la enfermedad".