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El efecto de la contaminación en las enfermedades pediátricas

La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que un 24% de la carga mundial de morbilidad y un 23% de la mortalidad son atribuibles a factores medioambientales.

11/05/2022

Arranca el 44 Congreso Nacional de la Sociedad Española de Endocrinología Pediátrica, una cita científica que reúne a más de 500 pediatras especialistas en Endocrinología Pediátrica para conocer los nuevos avances científicos y tecnológicos en esta área específica de conocimiento desde una mirada global. Uno de los temas a tratar en ...

Arranca el 44 Congreso Nacional de la Sociedad Española de Endocrinología Pediátrica, una cita científica que reúne a más de 500 pediatras especialistas en Endocrinología Pediátrica para conocer los nuevos avances científicos y tecnológicos en esta área específica de conocimiento desde una mirada global.

Uno de los temas a tratar en el congreso SEEP 2022 es la contaminación y los disruptores endocrinos, "poniendo el foco en la relación entre la salud y el medio que nos rodea, y el incremento de enfermedades en ambientes no saludables; lo cual confirma la influencia del código postal", ha explicado la Dra. Isolina Riaño, endocrino pediatra del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y presidenta del comité organizador del congreso.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que un 24% de la carga mundial de morbilidad y un 23% de la mortalidad son atribuibles a factores medioambientales. Respecto a la población mundial, esta cifra supone 12,6 millones de muertes cada año, y se distribuye de manera desigual alrededor del planeta. Las condiciones de cada zona (sanitarias, industriales, económicas, sociales, etc.) y las circunstancias en las que viven las personas, tienen una gran influencia en la manera en la que el medio ambiente afecta a la población. En Europa se estima que 1,4 millones de muertes al año se deben a causas relacionadas con el medio ambiente.

El efecto es especialmente importante en los niños y niñas y durante el congreso se analizarán los resultados de la Cohorte INMA Asturias. "Evaluaremos su asociación con ganancia de peso materno, crecimiento fetal, peso al nacer, distancia anogenital, obesidad y perfil lipídico", ha explicado la Dra. Adonina Tardón, investigadora principal Cohorte INMA Asturias, catedrática y directora del Área de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Oviedo.

Contaminantes en la infancia y la importancia de la prevención durante el embarazo

Los contaminantes orgánicos persistentes (COP), conocidos internacionalmente por su acrónimo inglés POPs (Persistent Organic Pollutants), son sustancias químicas que suponen una amenaza para la salud humana y el medio ambiente de todo el planeta. Los COP son compuestos químicos, la mayoría sintéticos: pesticidas químicos, plásticos, productos químicos industriales, algunos metales, etc.

Se ha visto que, durante el embarazo, los COP almacenados en el cuerpo de la madre a lo largo de su vida pueden ser movilizados y transferidos al feto causando efectos adversos sobre la salud infantil y adulta. "Características maternas y los cambios fisiológicos durante la gestación, como aumento de peso, podrían tener una influencia en la carga global de los COP en los recién nacidos", ha argumentado la Dra. Tardón. Todos los neonatos de la cohorte INMA Asturias presentaron niveles detectables de contaminantes organoclorados. El compuesto que presenta concentraciones más elevadas es el metabolito principal del insecticida DDT, el 4,4´- DDE, que se ha encontrado en el 99,7% de la población estudiada. En cuanto a la familia de los PCB, los congéneres más abundantes fueron los que tenían mayor número de cloros, los PCB 138, 153 y 180. Los PBD se detectaron en menor frecuencia y abundancia, un orden de magnitud por debajo de los compuestos organoclorados.

También es importante destacar que la concentración de COP en niños y niñas a la edad de 4 años se explica en el 65-93% por la concentración materna, lo que resalta la importancia de prevenir la contaminación ya durante el embarazo.

Pautas de salud pública para reducir la exposición a los disruptores endocrinos y mejorar la salud de nuestros bebés recién nacidos

La lista de los disruptores endocrinos es inmensa, pues encontramos varias de estas sustancias en nuestra vida cotidiana, desde la alimentación hasta el aseo, por lo que estamos expuestas a ellas ingiriéndolas, inhalándolas e incluso a través de nuestra piel. Hoy en día es muy difícil no exponerse a algún tipo de disruptor endocrino, pero hay ciertas precauciones que podemos tomar para exponernos lo menos posible, sobre todo las mujeres embarazadas y los niños recién nacidos:

  • Llevar una alimentación lo más sana y natural posible, huyendo, sobre todo, de comida procesada y ultraprocesada, latas, envoltorios de plásticos, agua embotellada en plástico, lavando bien las frutas y las verduras frescas...
  • Optar por cosméticos naturales o libres de parabenos.
  • Evitar los ambientadores artificiales, sobre todo en espray.
  • Optar por muebles y juguetes de madera en lugar de sintéticos y de plástico.
  • Elegir alimentos frescos sobre productos procesados que tienen listas largas de ingredientes en la etiqueta; cuanto más larga es la lista, es más probable que el producto contenga obesógenos.
  • Comprar frutas y verduras producidas sin pesticidas, como productos certificados orgánicos o ecológicos, o locales libres de pesticidas.
  • Reducir el uso de plástico, especialmente al calentar o almacenar alimentos, usando, en su lugar, recipientes de vidrio o aluminio para los alimentos y bebidas.
  • Quitarse los zapatos al entrar a la casa para evitar introducir contaminantes en la suela de los zapatos.
  • Pasar la aspiradora con frecuencia, usar filtros de partículas de aire de alta eficiencia y un paño húmedo para quitar el polvo de casa con frecuencia.
  • Quitar o minimizar la presencia de alfombras de plástico en el hogar o el trabajo.
  • Evitar productos de limpieza agresivos con una larga lista de componentes químicos cuando sea posible, eligiendo los que no contienen obesógenos.
  • Adolescencia, obesidad y diabetes

    Además, entre los temas que se presentarán en el 44 Congreso SEEP: las novedades en el desarrollo puberal y la función gonadal en pacientes con diabetes de tipo 1. La Dra. Ethel Codner, del Instituto de Investigaciones Materno Infantil (IDIMI) y profesora de Medicina en la Universidad de Chile nos hablará de los nuevos aspectos en la pubertad y la adolescencia en la diabetes mellitus de tipo 1. Asimismo, describirá el efecto del sobrepeso en algunos trastornos de la función ovárica en la DM1. "En esta etapa de la vida, lograr un control glucémico óptimo es un gran desafío en la mayoría de los jóvenes que viven con DM1", ha indicado la Dra. Codner.

    Asimismo, se abordarán los avances en la obesidad infantil, uno de los motivos de consulta más frecuentes en la práctica clínica en endocrinología pediátrica en nuestro medio, con el descubrimiento de pacientes con obesidades de etiología monogénica.

    También se profundizará en la patología suprarrenal y las alteraciones del metabolismo calcio- fosfóro: patologías no muy prevalentes y de ahí su extraordinario interés para mejorar su tratamiento en la práctica clínica. "En las displasias esqueléticas desde la perspectiva genética y clínica, cómo interpretar los hallazgos de los estudios de imagen del área hipotalámico- hipofisaria, la utilidad de la genética en la endocrinología pediátrica y los retos de la transformación digital", ha concluido la Dra. Itxaso Rica, presidenta de la Sociedad Española de Endocrinología Pediátrica (SEEP) y presidenta del comité científico del congreso.

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