Dentro del encuentro anual con diálogos sobre políticas de salud y buen gobierno, Funcas, la Universidad Carlos III y la Fundación Ernest Lluch abordaron el gran debate del futuro del Sistema Nacional de Salud. Al contar con la presentación del profesor Félix Lobo, quien abrió fuego al afirmar que el ...
Dentro del encuentro anual con diálogos sobre políticas de salud y buen gobierno, Funcas, la Universidad Carlos III y la Fundación Ernest Lluch abordaron el gran debate del futuro del Sistema Nacional de Salud. Al contar con la presentación del profesor Félix Lobo, quien abrió fuego al afirmar que el SNS está en una encrucijada principalmente por su imperfecto diseño de recursos humanos.
Félix Lobo
Para hablar de los profesionales sanitarios y del futuro del SNS, el doctor Ramón Cunillera, gerente del Consorci Sanitari del Maresme y presidente de la Sociedad Catalana de Gestión Sanitaria, razonó que el futuro de la sanidad debe cultivar el éxito y no sólo la supervivencia.
Sobre el sistema sanitario y su diseño funcionarial afirmó que es una construcción constreñida y anquilosada, cuya reforma resulta muy difícil por inercias seculares.
Ramón Cunillera
Según explicó, el 30% del personal hospitalario es estatutario y el resto laboral en los hospitales públicos catalanes.
Cunillera rechazó el concepto de plaza en propiedad, en oposición a los contratos fijos indefinidos de los puestos laborales.
Más que despedir prefirió afirmar que se trata de elegir bien a la hora de definir los recursos humanos. Aunque las convocatorias públicas, y no los concursos oposición, deberían permitir elegir a los mejores.
Afirmó que interinajes y comisiones de servicio se comportan como trampas.
Lo que explica que profesionales sanitarios están emigrando a una sanidad privada que ya supone el 33%.
Opinó que las rendiciones de cuentas se pueden hacer en el sector público, según una evaluación individual del rendimiento para optar a una gestión clínica funcional.
Propuso sacar el tema de los incentivos de las mesas sectoriales. Con preponderancia de los incentivos basados en reconocimientos externos por pares y en paralelo a los posibles incentivos económicos a los que opuso incentivos en especie como viajes.
Para este ponente la era post Covid se caracteriza por añadir más profesionales, sin demasiado criterio fino en la calidad.
Desde su punto de vista, la colaboración público privada hace posible ganar dinero y mejorar la gestión. Mientras que la captación de profesionales se ve condicionada por los sindicatos de clase.
Dr Ignacio Riesgo
El doctor Ignacio Riesgo, ex director gerente de los hospitales Ramón y Caja de Madrid y Covadonga de Oviedo, recordó que el seguro público data en España de 1942 y luego se desarrolló a pesar de existir en un sistema autoritario por mimetismo con las tendencias democristianas imperantes en el resto de Europa. Posteriormente, en los años 80 del siglo pasado se consolidó el modelo estatutario por concurso. Hasta que la década siguiente, momento en que se amplió la interinidad con el gobierno socialista. Que hizo posible una tendencia reformista ilustrada por el informe Abril, entre otros estudios. Para, posteriormente, el PP recurrir a una gran Oferta Pública de Empleo (OPE).
Riesgo pidió nuevas fórmulas no estatutarias. En una realidad en la que el ratio médicos-enfermeras es favorable a los primeros, como aspecto atípico en el resto de Europa y la paradoja también de abrir ofertas al exterior y cerrarlas entre regiones. Y con ignorancia también del número definido de especialistas y su distribución.
Señaló Riesgo como excesivo que haya 46 facultades de medicina en el país, en reñida competencia con Corea del Sur.
Sobre los sindicatos, estimó que cierran la vía a los incentivos en un terreno en el que tampoco se permite el despido. Y en un contexto, además, donde la precariedad llega 40% y se dispara la temporalidad.
Ante este hiperproteccionismo laboral, señaló que también aumenta la insatisfacción de los médicos, cuando falla por ejemplo la movilidad y prosperan las injerencias políticas.
Para este experto, los incentivos económicos deben ir vinculados a una actividad bien realizada y no al volumen. No rechazó, por ello, los incentivos de bolsillo e ironizó sobre los incentivos en forma de días libres, sobre los dos meses ya establecidos de libranza. Con claro riesgo de caída de la productividad.
Apeló a la autonomía de gestión de los centros sin tener que recurrir a las OPEs.
Vio llegada la urgencia de abordar la cuestión de la productividad. Cuando el sistema estatutario y de OPEs dificulta la selección específica de puestos.
Concluyó con la equiparación de las rigideces de los sindicatos de clase a las de los sindicatos médicos, por ejemplo, en temas como los traslados.
En la segunda mesa, sobre Atención Primaria y sus profesionales en el futuro del SNS, el doctor Salvador Casado Buendía, médico de familia, sentenció al decir que AP está en parada cardiorrespiratoria, con la diferencia de que el box de urgencias se llena de gente, mientras que en Primaria la gente se está quedando sola.
Este especialista alertó del problema de cerrar centros porque se saturan las urgencias. Al haber médicos de centros de salud con listas de 80 pacientes o más en agenda diaria.
Reclamó un impulso para la certificación y recertificación.
Igualmente, Casado Buendía no vio espacio para el Doctor Shopping que cunde en países anglosajones.
Dr Lola Ruiz Iglesias
La doctora Lola Ruiz Iglesias, médico y especialista en planificación, gestión y políticas sanitarias, apostilló con la idea de que la AP está en situación de asfixia. Cuando se debería potenciar el modelo asistencial comunitario en sus distintos perfiles profesionales.
Ruiz Iglesias denunció el peregrinaje que realiza el paciente por los niveles asistenciales sin percibir que sea atendido realmente.
Además de echar de menos la ingeniería de procesos con un hundimiento en justicia, educación y sanidad. Sin que se haya hecho una aplicación correcta de la gestión clínica en el país por no incluir valores como la evaluación y recertificación que se tienen en cuenta en Reino Unido.
Para esta experta la AP no puede tener nostalgia del médico de Mao y no habrá esperanza para este nivel asistencial mientras campen el feudalismo territorial y la partitocracia institucional.