La depresión, el estrés y la ansiedad están consideradas las enfermedades más preocupantes según la Organización Mundial de la Salud (OMS), de hecho, actualmente es una de las principales causas de discapacidad y baja laboral a nivel mundial.

España no es uno de los países de Europa con más problemas de salud mental relacionados con la depresión de Europa, según la Global Consumer Survey de Statista, sin embargo, el 29% de la población asegura haber experimentado estos problemas en el último año y medio. Según Statista estos datos dicen poco sobre la prevalencia real de la enfermedad ya que en países como en España, Francia, México, China o la India es posible que la aceptación social de estos problemas no esté tan afincada como en otros países encuestados.

Según la ONU, hay millones de personas en todo el mundo con problemas de salud relacionados con la depresión y otros espectros como la ansiedad o el estrés. Se calcula que una de cuatro personas sufrirá problemas de este tipo a lo largo de su vida.

El gráfico muestra como el 46% de la población de Suecia afirma haber tenido problemas de salud mental relacionados con la depresión en los últimos 12 meses y en el Reino Unido y Estados Unidos el 45% y el 43% respectivamente. A nivel europeo Rusia y Alemania están por delante de España con el 38% y el 32% de su población afectada por estos trastornos.

Los datos son tan preocupantes que uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, dentro del apartado de Salud y Bienestar, es promover la salud mental y el bienestar.

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE) a mediados de 2020 en España había 2,1 millones de personas con un cuadro depresivo grave diagnosticado y certificado médicamente, el 5,25% de la población. Por comunidades autónomas Castilla y León y el País Valencià es donde hay más casos, el 10% y el 9,8% de la población respectivamente. España es además líder europeo en consumo de ansiolíticos según la OCDE, más de dos millones de personas los toman a diario. Los expertos advierten de que es conveniente la inversión en la salud mental dentro del Sistema Nacional de Salud para evitar problemas derivados del consumo de estas sustancias.