La edad a la que sobreviene la menopausia puede oscilar, por término medio, entre los 45 y 53 años, pero no todas las mujeres presentan los mismos síntomas, con la misma intensidad o durante el mismo tiempo. Sin embargo, "los sofocos suelen ser uno de los síntomas más frecuentes y ...
La edad a la que sobreviene la menopausia puede oscilar, por término medio, entre los 45 y 53 años, pero no todas las mujeres presentan los mismos síntomas, con la misma intensidad o durante el mismo tiempo. Sin embargo, "los sofocos suelen ser uno de los síntomas más frecuentes y que, además, tienden a incrementarse en verano debido al calor", explica María del Puy Sánchez Fernández, del Servicio de Ginecología del Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela.
Por otro lado, aclara que su incidencia y frecuencia "se suele reducir con la edad". Y añade: "Los sofocos suelen durar de dos a cuatro minutos y pueden ocurrir varias veces al día, tanto por el día como por la noche. Además, con el calor del verano pueden acentuarse y empeorar las sensaciones", explica la especialista.
Los sofocos se caracterizan por una repentina sensación de calor, normalmente en la parte superior del pecho y en el rostro, acompañada de sudor, palpitaciones y a veces ansiedad. Cabe destacar que, según datos de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), más de la mitad de las mujeres señala esta molestia como la que más condiciona su día a día y cerca de un 40% afirma que le afecta en gran medida a su bienestar. Ante esta situación, la doctora Sánchez Fernández ha elaborado un listado con una serie de consejos para aminorar, en la medida de lo posible, estos sofocos en verano.
En primer lugar, utilizar ropa ligera y por capas. "Es aconsejable evitar llevar prendas de color oscuro que atraen con más facilidad los rayos del sol y vestir con tejidos naturales como el lino o el algodón para permitir que la piel transpire mejor", señala la experta. Asimismo, vestir por capas permitirá a la mujer, en caso de que surja un sofoco, poder quitarse ropa y, una vez el calor cese, tener la opción de vestirse de nuevo.
Otra recomendación es mantener una dieta fresca y equilibrada. La alimentación es fundamental para poder controlar la sensación de calor de los sofocos. El verano es un buen momento para aprovechar los alimentos como las frutas y las verduras, y alimentarse con dietas menos copiosas para no ingerir demasiadas calorías y mantener baja la temperatura corporal. Además, este tipo de alimentos, junto al agua, proporcionan la hidratación necesaria para poder hacer frente al calor de la mejor manera posible.
Controlar la temperatura de las estancias es otra de las recomendaciones. Durante el periodo estival, sobre todo en lugares en los que hace más calor, es importante intentar mantener el hogar lo más fresco posible. Para ello, se recomienda no abrir las ventanas durante el día y ventilar tan solo a primera hora de la mañana o por la noche. Bajar las persianas a mediodía es una buena opción para mantener una temperatura del lugar adecuada.
Por otro lado, realizar ejercicio es fundamental durante esta etapa. De esta manera, lo mejor es combinar ejercicio aeróbico como caminar a buen ritmo, bailar, montar en bicicleta, nadar o hacer gimnasia acuática, con ejercicios anaeróbicos que mejoren la resistencia ósea y muscular, como levantar pesas, hacer ejercicios con bandas elásticas, carreras cortas o series de abdominales, entre otros.
Sin embargo, es preciso tener en cuenta que, en verano, y de cara a aminorar los sofocos, se debe tener precaución y es mejor realizar el deporte a primera hora de la mañana o por la tarde, dejando unas horas de descanso antes de ir a dormir.