La primera conferencia de las XII Jornadas Nacionales SEDISA la impartió Mikel Álvarez Yeregui, expresidente del Consejo Rector de Mondragón Unibertsitatea, sobre el valor de la gestión del directivo en las organizaciones empresariales y sanitarias. "Si hablamos de valor, hay que hablar de liderazgo", comenzó. También quiso hablar de la Atención Primaria.

Afirmó que unos gestores del ámbito sanitario ejercen liderazgo y otros no, como suele pasar en el mundo empresarial. "Hay una amplia gama de colores", pensó. Líder es sinónimo de la palabra jefe, y ninguna de las dos están presentes en el español que aparece en El Quijote. Quiso relativizar las palabras y dar importancia a los conceptos. Se refirió al concepto de la sabiduría. "Puede que lo que hoy definamos como aportación de valor no sea más que sabiduría, saber hacer bien las cosas", matizó. Los líderes deben ser formados en entender sus fortalezas, sus debilidades y sus valores. El heroísmo es la entrega y el compromiso frente a la adversidad.

Por otro lado, "el directivo debe alinear a la gente que han de cooperar", señaló en alusión a la gestión de equipos y al liderazgo compartido. Mencionó la capacidad de adaptación y la de transformación. Reconoció que los gestores sanitarios no lo tienen fácil, poque "están sometidos en ocasiones al cortoplacismo". Lamentó que la política ha intervenido demasiado en la gestión sanitaria. A su juicio, es imprescindible la despolitización de los nombramientos y de los ceses. La gestión se mide por resultados.

El segundo punto que abordó fue más bien algo personal, sus reflexiones sobre Atención Primaria. "El hecho de que se hayan alcanzado altas cotas, no debe volvernos ciegos ante las necesidades de los ciudadanos", avisó. La pandemia nos afligió "un electrochoque". Rechazó que haya un desmantelamiento de la Sanidad pública. "La economía de la salud requiere de más recursos, pero también de una sostenibilidad. Otra cosa es que haya hacerlo mejor. Existe un descontento en cuanto a la atención en Primaria", reflexionó. Sopesó que hay que implantar transformaciones organizativas y legislativas que permitan mover las infraestructuras. Comentó que en todas partes de Europa estamos igual y que la Atención Primaria está siendo especialmente estudiada. Nadie duda de que la Atención Primaria es la más crítica de la atención. En suma, "requiere el desarrollo de un nuevo modelo de atención", en nuevos entornos organizativos. Alegó que se podrían ensayar modelos con autonomías de gestión, tipo cooperativas. Creyó firmemente que la primera transformación en Salud debe hacerse en este campo.

Resumió que la selección directiva debe ser conforme a criterios profesionales; que se han de abrir las puertas de la selección; que haya una relación entre cultura, compromiso y rendimiento; y que haya nuevos modelos organizativos menos burocráticos. La Atención Primaria requiere de un modelo más participativo. Insistió en que "hay que ensayar nuevos modelos".