El uso masivo de Instagram ha aumentado los trastornos de conducta alimentaria entre jóvenes, según ha explicado la profesora del Grado en Psicología de UIC Barcelona y profesional de la Clínica Support, Clàudia Rossy.

Con motivo del Día Mundial de Salud Mental, que se celebra el próximo lunes día 10, Rossy ha adelantado que el incremento de casos "se sitúa alrededor de un 30% en comparación con los datos pre-pandemia".

Según la especialista de UIC Barcelona, una de las causas de este aumento es "la utilización de filtros que reducen centímetros del cuerpo y corrigen imperfecciones, junto con el acceso a perfiles que promueven la pérdida de peso y el deporte". "Todo ello ha influido de forma desfavorable en un gran número de adolescentes", ha asegurado.

Rossy ha explicado que, en la actualidad, los trastornos de conducta alimentaria en España tienen una tasa de prevalencia en la población adolescente de entre un 4,1 y un 4,5% entre los 12 y los 21 años. La bulimia, con el 0,8%, es el más diagnosticado, seguido de la anorexia, con el 0,3%. Sin embargo, el trastorno de la conducta no especificado se sitúa en el 3,1% en la población femenina de esa franja de edad, ha apuntado.

Al margen de estos trastornos, la profesora de UIC Barcelona ha destacado que, en general, el porcentaje de jóvenes de entre 15 y 24 años con problemas de salud mental se ha duplicado entre los años 2020 y 2021, y ha recordado que el suicidio "se ha convertido en la primera causa de muerte entre la población joven en Europa". En el caso de España, según Rossy, el 20,8% de los adolescentes padece algún tipo de problema mental diagnosticado -ansiedad y depresión son los más frecuentes-, un dato que sitúa al país "como líder europeo con mayor prevalencia entre niños, niñas y adolescentes".

Por sexos, la psicóloga sanitaria ha explicado que la ansiedad y la depresión son más frecuentes en las chicas, mientras que entre los chicos "es más común padecer Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y trastornos de la conducta".

En cuanto a las franjas de edad, los millenials (24-39 años) son la generación que "más declara haber sufrido una reducción en su nivel de ingresos a raíz de la pandemia, la más afectada por la pérdida de empleo, un hecho que ha supuesto un importante factor de estrés". En cambio, según Rossy, la generación Z (16-23 años) es la "más afectada anímicamente". "Un 80% se siente desanimado y pesimista", ha recalcado.

"Saturación del sistema público de salud mental"

La especialista ha lamentado que existan "distintos factores que dificulten que los jóvenes pidan ayuda", como por ejemplo la "saturación del sistema público de salud mental". En este sentido, ha comentado que en España "se dedica apenas el 4% de la inversión en sanidad a salud mental" y en la red pública "hay 11 psiquiatras por cada 100.000 habitantes, la mitad que en Francia o Alemania".

Acudir a la sanidad privada, según Rossy, no es una opción en muchos casos "porque ni los jóvenes ni sus familias se lo pueden permitir", lo que provoca que "no se acuda a un profesional hasta que no se haya agravado el malestar, llegando ya a desarrollar un trastorno o episodio agudo".