La leucemia linfocítica crónica (LLC) ha sido diseccionada en profundidad este jueves durante el simposio `Pasado, presente y futuro: cambiando la historia en la LLC´, con la colaboración de Janssen, y en el cual Francesc Bosch Albareda, del Hospital Universitario Vall d´Hebron de Barcelona ha sido el moderador y encargado ...
La leucemia linfocítica crónica (LLC) ha sido diseccionada en profundidad este jueves durante el simposio `Pasado, presente y futuro: cambiando la historia en la LLC´, con la colaboración de Janssen, y en el cual Francesc Bosch Albareda, del Hospital Universitario Vall d´Hebron de Barcelona ha sido el moderador y encargado de reconocer los "enormes progresos en el tratamiento de esta enfermedad", de la cual hoy se conoce la biología del linfocito que la causa o las dianas terapéuticas que alteran dicha biología.
Esta patología suele aparecer en promedio a los 71 años, presenta comorbilidades asociadas y casi el 72% del total de diagnosticados acaban recibiendo un tratamiento concomitante, según ha desgranado en el marco del LXIV Congreso Nacional de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) y el XXXVIII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH).
El tratamiento actual se basa, principalmente, en el uso de inhibidores de prescripción permanente como Ibrutinib y Acalabrutinib, ha completado M.ª José Terol Casterá, del Hospital Clínico Universitario de Valencia. Según el estudio RESONATE-2, el efecto más frecuente detectado en más del 40% del total es cierta toxicidad que incide durante el primer año para después ir desapareciendo, característica "no exclusiva" de Ibrutinib.
Debido a la "profunda disfunción del sistema inmune" que provoca la LLC, el efecto en parte "rejuvenecedor" de Ibrutinib lo sitúa como una de las opciones terapéuticas más válidas por el momento. A corto plazo se espera que la bioinformática ayude a tomar decisiones basadas en marcadores tumorales y, además, a tomar en cuenta las decisiones del paciente, en línea con los preceptos de la medicina individualizada.
El rol de los biomarcadores en LLC
Retomando el testigo de Terol, Blanca Espinet Solà, del Hospital del Mar/Parc de Salut Mar, Barcelona ha ilustrado con otras técnicas añadidas, más allá de los biomarcadores pronósticos, como la citogenética convencional (en vigor desde los años 60), útil para detectar la complejidad genómica; FISH en interfase para detectar mutaciones del gen de las inmunoglobulinas; a nivel genómico, diversas técnicas de análisis genómicos que han permitido ver alteraciones genómicas e, incluso, en técnicas de FISH.
Las más recientes tienen que ver con el mapeo genómico del LLC, eficaz frente a pacientes con complejidad genómica. A su vez, han evolucionado otros marcadores pronósticos como el estereotipo del receptor de la célula B (BCR) o cariotipos complejos; nuevas guías europeas para TP53 (que saldrán en 2023) y que, en opinión de Espinet, deberían reportar estas informaciones de estereotipos.
Porque el biomarcador TP53 "es el más potente y nadie duda de que esto tiene un impacto en la investigación clínica", ha enfatizado.
Nuevos tratamientos
Al parecer, los tratamientos frente a la LLC pasan por el uso de fármacos combinados. Así se ha expresado José Ángel Hernández Rivas, del Hospital Universitario Infanta Leonor de Madrid, como por ejemplo con el caso de Ibrutinib con Venetoclax que, en base a diversos estudios, demuestran que más del 90% de pacientes consiguen completar el tratamiento.
Pero en donde se tienen más esperanzas es en los estudios con inhibidores como Pirtobrutinib, con un "futuro muy aceptable", y con el anticuerpo Obinutuzumab. En especial en esta última rama, que es la que "está obteniendo los mejores resultados" frente a LLC. El estudio ILLUMINATE, en concreto, ha probado con efectividad la combinación de Ibrutinib y Obinutuzumab.