Un estudio llevado a cabo en Suecia revela que, en adultos jóvenes o de mediana edad, las infecciones que requieren tratamiento hospitalario o ambulatorio aumentan el riesgo de Parkinson (EP) y Alzheimer (EA), pero no de esclerosis lateral amiotrófica (ELA). En esta población el diagnóstico de neurodegeneración fue también más ...
Un estudio llevado a cabo en Suecia revela que, en adultos jóvenes o de mediana edad, las infecciones que requieren tratamiento hospitalario o ambulatorio aumentan el riesgo de Parkinson (EP) y Alzheimer (EA), pero no de esclerosis lateral amiotrófica (ELA). En esta población el diagnóstico de neurodegeneración fue también más frecuente antes de los 60 años, siendo el riesgo independiente tanto del agente causante de la infección como del lugar de la misma. El estudio incluyó más de 400.000 pacientes con EP, EA o ELA, en los que se constató que una infección ocurrida 5 años o más antes del diagnóstico neurológico aumenta el riesgo de EP o EA sólo moderadamente. En los pacientes que habían experimentado múltiples infecciones antes de los 40 años de edad el riesgo aumentó un 161 y un 41%, respectivamente.
Jiangwei Sun, investigador del Instituto Karolinska y director del estudio, afirma que éste es el primero en examinar en una única población el impacto de múltiples tipos de infección sobre el riesgo de neurodegeneración. Aunque la potencial etiología infecciosa de la demencia ya era conocida en modelos animales en los que la infección determina el tipo y progresión de la neurodegeneración, la evidencia en humanos seguía siendo débil, asegura Sun. Esto es en parte debido a que los estudios previos sólo habían examinado el impacto de agentes infecciosos individuales sobre un tipo determinado de neurodegeneración. A pesar de que la naturaleza observacional del actual estudio no permite establecer una relación de causalidad, Sun teoriza que las infecciones podrían iniciar o amplificar procesos patogénicos pre-existentes en individuos de riesgo.