La sialoendoscopia se está convirtiendo en la técnica de vanguardia en la otorrinolaringología (ORL) especializada en patologías relacionadas con las glándulas salivales. Según los expertos, ofrece una mejor resolución en cuadros incipientes, evita cronicidad, además de complicaciones o secuelas. De este procedimiento se han ofrecido este sábado detalles sobre sus ventajas ...
La sialoendoscopia se está convirtiendo en la técnica de vanguardia en la otorrinolaringología (ORL) especializada en patologías relacionadas con las glándulas salivales. Según los expertos, ofrece una mejor resolución en cuadros incipientes, evita cronicidad, además de complicaciones o secuelas.
De este procedimiento se han ofrecido este sábado detalles sobre sus ventajas en una ponencia durante el 73º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC) que se celebró en el Auditorio Alfredo Kraus de Las Palmas de Gran Canaria.
En palabras de Álvaro Sánchez Barrueco, del Hospital Universitario General de Villalba (Madrid) representa un "cambio de paradigma" y, de hecho, ya se realizan a diario tanto en consulta como en el quirófano. Para practicarla, se realiza anestesia local o general (aunque se tiende cada vez más, ha explicado Sánchez, hacia la local) y con intubación nasotraqueal.
El inicio "es fundamental", y requiere dilatar la papila. Para ello, hay dos maneras: o con un dilatador cónico y por vía salival, o con sondas dilatadoras. El proceso consiste en la búsqueda de la papila, después el dilatador cónico y, por último (una vez se consiga la suficiente dilatación) el sialoendoscopio.
Tal es la satisfacción con este método que Carlos Saga Gutiérrez, especialista del servicio de Otorrinolaringología de Policlínica Gipuzkoa, y en el Hospital de Mendaro lo califica como "un camino sin retorno" al trascender las técnicas de reinserción glandular "para siempre".
No obstante, también ha defendido el uso de "un arma muy básica" como es la palpación de la glándula submaxilar, el abordaje "más habitual". Consiste tan solo en lateralizar la lengua para permitir mayor espacio en el suelo de la boca y comprimir las estructuras interiores.
En todo caso, cuando en el caso de litiasis más grandes que el propio conducto salival, Saga ha defendido la óptica de la sialoendoscopia para obtener un resultado más preciso. Al respecto, Sánchez ha añadido que hay certezas científicas evidentes que demuestran la mejora en la calidad de vida en pacientes sometidos a este procedimiento.
"Es obvio que tenemos reducción de episodios de sialoadenitis, de xerostomía y mejora la calidad de vida a largo plazo (en estudios de más de 5 años)", ha refrendado.
Técnicas de imagen
Si bien ha sido la protagonista de la ponencia, junto a esta técnica a una variedad de opciones distintas que Sánchez ha comentado. Entre ellas, la sialo-resonancia magnética (sialoRM). Es muy similar a la RM tradicional, con la diferencia de que el contraste es fisiológico (saliva) y requiere de la administración de sialogogo para favorecer la salivación.
Otra de las preferidas es la tomografía computerizada (TC). Aunque muestra las litiasis "genial", el mayor problema su gran sesgo: "solo ve litiasis, no ve las obstrucciones de moco o estenosis", ha aconsejado. Hasta el 49% de los pacientes se "pierden" porque solo se les han detectado litiasis cuando padecían de otra patología.
Pero Sánchez se queda con la realización de una ecografía, que ha descrito como una "indiscutible primera prueba de orientación", al ser ubicua, reproductible y barata.
Cirugía
El principal problema es que la cirugía de mínima invasión, como la litotricia intraductal, "no está muy extendida en España", ha declarado Saga, lo que deriva en que el paciente espera años hasta que genera piedras de gran tamaño (de hasta 2 milímetros). A pesar de que el suelo de la boca presenta ventajas quirúrgicas como que la musculatura de la lengua permite la "seguridad" de que generar sangrado "es realmente difícil".
Para el especialista, hay dos posibles abordajes: el combinado parotídeo, menos frecuente porque está el nervio facial y que requiere de técnicas ópticas al ser poco práctica la palpable. En estos caso, la sialoendoscopia es preferible.
El otro tipo de abordaje es el transoral, que busca sacar el conducto con el fin de extraer la piedra, para lo que se realiza una sección periductal de 360º con cuidado de no generar estenosis. Una vez completado ese proceso, hará falta un stent hasta la litiasis, por lo que hay que secarlo, sacar el conducto lo que sea necesario y llegar hasta la piedra.
En definitiva, como ha indicado Carlos Cenjor Español, de la Fundación Jiménez Díaz (Madrid), esta técnica requerirá de una formación específica "con material adecuado y suficiente" para el ORL, seguir con procedimientos sencillos y continuar con procedimientos más complejos y técnicas combinadas.