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El 15% de la mortalidad en España es atribuible a la "epidemia sin control" del sedentarismo y la obesidad

Pacientes y especialistas se dan cita en el SEC22 para debatir sobre la urgencia de implementar programas específicos sobre la promoción de la salud

20/10/2022

En colaboración con la Fundación Española del Corazón, la SEC ha programado este jueves 20 de octubre un simposio sobre la necesidad de una promoción de la salud cardiovascular en la sociedad civil, ...

En colaboración con la Fundación Española del Corazón, la SEC ha programado este jueves 20 de octubre un simposio sobre la necesidad de una promoción de la salud cardiovascular en la sociedad civil, enmarcado en el 43 Congreso de la Salud Cardiovascular.

Desde el prisma del paciente, Maite San Saturnino, presidenta de Cardioalianza y miembro de la la Plataforma de Organización de Pacientes recuerda que en España más de 21 millones personas de 15 años o más cuentan con un diagnóstico de enfermedad crónica; esto supone un 54% de la población. Asimismo, la cifra asciende hasta el 89,5% en las personas de 65 años en adelante, y hasta un 96,5% en los mayores de 85.

En la actualidad, comenta San Saturnino, "el abordaje terapéutico de la enfermedad suele centrarse en los factores de riesgo y en los marcados biológicos, con una inclinación a un enfoque más paliativo que preventivo, orientado a la curación sin tener en ceuenta la prevención de situaciones de dependencia". Pero estos factores y marcadores tienen numerosas causas que son anteriores a la enfermedad. En la mayoría de los casos, apunta, "los y las pacientes acaban buscando apoyo en profesionales privados o en asociaciones de pacientes para encontrar soluciones que les ayuden a prevenir nuevos episodios y les permitan vivir con una mayor calidad de vida".

Destaca igualmente que el abordaje de las enfermedades crónicas exige un enfoque preventivo de promoción de la salud que no se dirija únicamente a la asistencia en momentos agudos de la enfermedad. Así pues, expone la ponente, "tener una dieta saludable realizar actividad física con asiduidad, atender la salud mental, tener un sueño reparador, manejar el estrés o vigilar los tóxicos a los que nos exponemos son hábitos que mejoran la vida de todas las personas y también pueden mejorar la calidad de vida de las personas con enfermedades crónicas". Esto, aclara, "no debe hacernos creer ingenuamente que todas las enfermedades crónicas puedan evitarse únicamente con determinados hábitos saludables, puesto que no es una afirmación sostenida en la evidencia".

Por otro lado, lamenta que la desigualdad en el acceso a la información sobre la salud agrava la situación de discriminación de las personas afectadas, a la vez que implica un peligro para la Salud Pública, como ha quedado de manifiesto durante la pandemia. Es por eso que cree que "debemos atender al especial peligro que comportan los bulos y las fake news en el ámbito de la salud. Las posiciones anticientíficas han ganado terreno durante la pandemia, dificultando discernir entre la información veraz y sesgada a los pacientes". "Es imprescindible contar con un sistema sanitario capaz de transmitir información científica de manera eficaz, detectando los datos inciertos o poco rigurosos y desarrollando campañas de sensibilización y formación para la ciudadanía y los profesionales sanitarios", apostilla.

El punto de vista del cardiólogo

Por otro lado, Araceli Boraita Pérez, cardióloga del Centro Nacional de Medicina del Deporte, aporta al debate el punto de vista de los especialistas.

A su modo de ver, "tener la información no equivale a cambiar conductas. Para eso son esenciales las modificaciones del entorno. Y es ahí donde tenemos que actuar". Para muestra, la carga de mortalidad cardiovascular atribuida al tabaco, el primer factor de riesgo, por comunidades autónomas. "Llama la atención que con todas las campañas que ha habido, todavía se fuma mucho. Eso hace que en España mueran más de 60.000 personas al año a causa de enfermedades provocadas por el consumo del tabaco. El 18,8% de la población mayor de 15 años todavía fuma a diario", indica.

Por lo tanto, ¿qué hay que hacer? En su opinión, "promover intervenciones en el entorno, como espacios naturales sin humo (playas, parques, plazas…), favorecer las terrazas libres de humo y regular puertas libres de humo en los colegios, institutos y universidades".

El segundo factor de riesgo para el desarrollo de enfermedad cardiovascular es el sedentarismo: casi el 60% de los adultos europeos y estadounidenses no realizan ejercicio físico de forma regular. Además, España está casi a la cabeza de personas inactivos, aunque nos salva medianamente la dieta que llevamos. Así pues, expone Boraita, "la mortalidad atribuible al sedentarismo y a la obesidad es del 15%; es una epidemia sin control. Asimismo, supone el 7% del gasto sanitario en España y es la segunda causa de muerte evitable después del tabaco. Por otro lado, más del 26% de la población infantil tiene exceso de peso".

En este contexto, considera la cardióloga que se debe promover una rueda de estilo de vida cardiosaludable en la que todos los estratos participen. Y es que no solo basta con conocer los factores de riesgo, también hay que actuar lo antes posible desde la educación, la salud y la ciencia. "O implicamos a todas las partes (instituciones, profesionales, epidemiólogos, médicos de familia y pediatra, cardiólogos e industria farmacéutica), o no vamos a conseguir nada en la promoción de la salud".

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