La insuficiencia cardiaca es un problema de ámbito global y nacional. Juan Según Juan José Gómez Doblas, presidente del 43 Congreso de la Salud Cardiovascular, "probablemente sea la patología cardiovascular donde más fracasos cosechamos los especialistas". Y es que, si bien en los últimos diez años se están consiguiendo reducir ...
La insuficiencia cardiaca es un problema de ámbito global y nacional. Juan Según Juan José Gómez Doblas, presidente del 43 Congreso de la Salud Cardiovascular, "probablemente sea la patología cardiovascular donde más fracasos cosechamos los especialistas". Y es que, si bien en los últimos diez años se están consiguiendo reducir modestamente muchas enfermedades cardiológicas, "en la IC no solo no se avanza, sino que hay un retroceso según los datos". A ello contribuye que se trate de una patología muy diferente: es un síndrome con múltiples etiologías y viene determinado también por factores sociales que influyen en el pronóstico de la enfermedad.
Cabe recordar también que es una de las principales causas de reingreso y tiene un alto coste en términos de calidad de vida y de mortalidad. En resumidas cuentas, indica el experto, "es un problema global al que le hacen falta soluciones coordinadas". Por ese motivo el SEC22 ha reunido a profesionales de distintos ámbitos asistenciales en una sesión conjunta sobre el `El abordaje multidisciplinar de la insuficiencia cardiaca´.
Desde la Sociedad Española de Nefrología, José Emilio Sánchez Álvarez, jefe de Servicio de Nefrología del Hospital Universitario de Cabueñes de Gijón pone el foco en el perfil de paciente con insuficiencia cardiaca que normalmente ven en las consultas, diferenciando dos principales tipos. Por un lado, el perfil del paciente con muchos factores de riesgo cardiovascular, el que compartimos medicina interna, AP, cardiología… "Va desarrollando distintos eventos cardiovasculares, entre ellos, la IC. Y esta IC en el ámbito de la congestión sobre todo, acaba desarrollando enfermedad renal crónica." Hoy por hoy, recuerda, la congestión es el objeto, la diana terapéutica de los servicios de nefrología y cardiología.
Sin embargo, los nefrólogos también se encuentran habitualmente con un perfil de paciente anúrico que por enfermedad renal acaba perdiendo la diuresis y hace episodios sucesivos de sobrecarga de volumen, caída en IC y edema agudo de pulmón. Este es un cuadro clínico mucho más complicado, tal y como expone el especialista: "fallece con más facilidad, depende de la diálisis para poder seguir adelante y su abordaje es mucho más complicado, porque estamos limitados en las terapias; más allá de la diálisis, poco podemos ofrecer".
Por su parte, Javier Segovia Cubero, jefe de Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda comenta que el espectro de la IC es tremendamente amplio. "Mayoritariamente son pacientes de edades avanzadas, con comorbilidades y una necesidad de atención en aspectos que no son puramente a su afección cardiaca, sino también a su estilo de vida alrededor del autocuidado, etc".
"Esa es la razón de que hayamos desarrollado en los últimos años las unidades en las que todos nos incluimos y podemos atender mucho mejor todos los aspectos que necesita el paciente para disminuir el impacto que tiene sobre todo en ingresos hospitalarios. Eso es algo que hoy sí podemos mejorar mucho", añade.
Las barreras para tratar la IC
En su intervención, José Polo García, presidente de SEMERGEN, lamenta las muchas barreras que se encuentran los medios de familia en el abordaje de la IC. "Lo primero la falta de tiempo; en cinco minutos es complicado explorar el paciente. El diagnóstico diferencial de la disnea es muy difícil realizarlo si no se tiene tiempo y una exploración".
Por otro lado, distingue "las barreras administrativas de este variopinto sistema sanitario público español de unas comunidades a otras". Las diferencias entre regiones son enormes, subraya el médico de familia, "y no digamos ya el acceso a los péptidos o a una ecografía". "También me sorprende como algunos compañeros todavía me dicen que no les llega un filtrado". Entonces, considera que si el sistema funciona es por las relaciones personales, es decir, "porque nos conocemos todos".
Los internistas no tienen esos problemas, aclara Jesús Díez Manglano, presidente de la Sociedad Española de Medicina Interna, pero sí encuentran graves barreras en el paciente que no está hospitalizado. "En esos casos la ecocardiografía tiene una demora relativamente importante", explica. Sin embargo, "en función del resultado de esa prueba va a cambiar el tratamiento, y cuanto más demoremos un tratamiento que se asocia a supervivencia y calidad de vida, será peor para el paciente". Bajo el punto de vista de Díez Manglano, "priorizar al paciente no hospitalizado podría tener una repercusión clara en el resultado de los pacientes de una manera precoz".
Finalmente, Amada Recio Platero, enfermera del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, defiende que "la labor de la enfermería es fundamental en el abordaje de la IC". Tanto en las consultas de cardiología como en medicina interna hay muchos profesionales especializados en insuficiencia cardiaca. "Antes hablábamos de muchos reingresos, y en ese sentido, la enfermería puede incidir en todo el foco de educación y autocuidado del paciente, algo fundamental". Es cierto que cada enfermero/a ve un perfil muy diferente, señala Recio, "pero siempre aportamos mucho en cada uno de los estadios de la enfermedad".
Asimismo, desde el el punto de vista de la enfermería la principal barrera está clara: que la administración y la logística del hospital permitan que una misma enfermera que esté formada sea la que lleve al paciente. "La realidad de la mayoría de los centros es que las enfermeras nos movemos por tiempo trabajado, independientemente de dónde". Es fundamental, concluye la ponente, "que sea una persona especializada la que tenga ese tratamiento con los pacientes".