El tratamiento de las metástasis óseas asintomáticas de alto riesgo con raditerapia podría reducir las complicaciones dolorosas y las hospitalizaciones y alargar la supervivencia en personas con metástasis, según sugiere un estudio presentado en la reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Oncología Radioterápica (ASTRO, por sus siglas en inglés), ...
El tratamiento de las metástasis óseas asintomáticas de alto riesgo con raditerapia podría reducir las complicaciones dolorosas y las hospitalizaciones y alargar la supervivencia en personas con metástasis, según sugiere un estudio presentado en la reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Oncología Radioterápica (ASTRO, por sus siglas en inglés), que se celebra estos días.
Históricamente, la radiación paliativa se ha centrado en reducir el dolor existente y otros síntomas cuando el cáncer de un paciente ya no se considera curable. Los investigadores esperaban demostrar que las complicaciones dolorosas podrían prevenirse mediante el tratamiento de metástasis óseas asintomáticas con radiación y se sorprendieron al descubrir que los beneficios pueden extenderse.
Campo de estudio en crecimiento
De ahí que, según dicho trabajo, los oncólogos radioterápicos pueden desempeñar un importante papel en el tratamiento de metástasis óseas generalizadas incluso en ausencia de síntomas. "Es estimulante pensar que la radioterapia para prevenir el dolor podría potencialmente prolongar la vida", manifestó la Dra. Erin F. Gillespie, autora principal del estudio y oncóloga de radiación en el Centro de Cáncer Memorial Sloan Kettering en Nueva York. Esta investigadora y su equipo querían determinar "cuándo podríamos intervenir antes de que ocurran estos síntomas para prevenir las hospitalizaciones y la debilidad por el cáncer".
Para el estudio, se seleccionaron 78 adultos con un tumor maligno sólido metastásico y más de cinco lesiones metastásicas, incluida al menos una lesión ósea asintomática de alto riesgo. Si una lesión era de alto riesgo se determinaba por su tamaño (si tenía 2 centímetros o más de diámetro); su ubicación en la columna de unión; si involucraba la cadera o la articulación sacroilíaca; o si estaba en uno de los huesos largos del cuerpo, como los que se encuentran en brazos y piernas. Entre todos los pacientes inscritos, hubo 122 metástasis óseas acumuladas.
Los tipos de cáncer primario más comunes, entre los pacientes, fueron los de pulmón (27 %), mama (24 %) y próstata (22 %). Los participantes fueron asignados al azar para recibir tratamiento estándar, que podría incluir tratamiento sistémico (como quimioterapia o agentes dirigidos) u observación, con o sin radioterapia para tratar todas sus metástasis óseas de alto riesgo. Las dosis de radiación variaron pero fueron típicamente bajas (es decir, no ablativas). Todos los pacientes fueron seguidos durante al menos 12 meses o hasta que sucumbieron a su enfermedad.
Los investigadores encontraron que tratar las lesiones asintomáticas con radiación redujo la cantidad de eventos relacionados con el esqueleto y hospitalizaciones relacionadas con ellos, y prolongó la supervivencia general, en comparación con las personas que no recibieron radiación. Al final de un año, para los pacientes en el brazo de radiación, se produjeron SRE en 1 de 62 lesiones (1,6 %), en comparación con 14 de 49 lesiones (29 %) para los que recibieron atención estándar (p<0,001). Significativamente menos pacientes en el brazo de radiación fueron hospitalizados por SRE (0 frente a 4, p = 0,045).
Tratar esas lesiones con "dosis bajas de radiación parecía adecuado para evitar que la lesión progresara y causara problemas. Los resultados de nuestro ensayo se suman a un campo de estudio en crecimiento que examina el potencial de la atención de apoyo temprana, pero aún deben confirmarse en un ensayo de fase III más grande", concluyó la Dra. Gillespie.