Científicos de múltiples centros estadounidenses han descubierto que los glioblastomas sobreexpresan la proteína SAMHD1, la cual participa en la reparación de roturas de doble cadena en el ADN. La depleción de SAMHD1 devuelve la sensibilidad a la quimio- y radioterapia en células que se han hecho resistentes. Así lo demuestran ...
Científicos de múltiples centros estadounidenses han descubierto que los glioblastomas sobreexpresan la proteína SAMHD1, la cual participa en la reparación de roturas de doble cadena en el ADN. La depleción de SAMHD1 devuelve la sensibilidad a la quimio- y radioterapia en células que se han hecho resistentes. Así lo demuestran experimentos con partículas pseudovirales que transportan la proteína Vpx, derivada del VIH-2 y que induce la ubiquitinación de SAMHD1 y su ulterior destrucción por el proteasoma celular. La transducción de Vpx mediante este vector en líneas de glioma las sensibilizó a veliparib, exhibiendo en otras líneas celulares un efecto sinérgico con la temozolomida y la radiación ionizante. Un efecto análogo fue observado en ratones portadores de glioblastomas humanos, en los que la viroterapia con Vpx redujo la proliferación tumoral y prolongó la supervivencia de los animales.
Daitoku Sakamuro, investigador de la Universidad de Augusta y co-director del estudio, afirma que tanto la temozolomida como la radioterapia, tratamientos habituales en el glioblastoma, causan roturas de doble cadena en el ADN tumoral, las cuales son catastróficas en ausencia de mecanismos de reparación, tales como el ahora descubierto. La depleción de SAMHD1 no resultó en toxicidad en los astrocitos sanos, posiblemente debido a la baja expresión de esta proteína en estas células. Subrayando las potenciales ventajas de este nuevo enfoque, Sakamuro enfatiza su seguridad, ya que, a diferencia de las terapias génicas basadas en vectores virales, no contiene ADN.