A raíz de la pandemia y confinamiento, y debido, en parte, al abuso de adolescentes de las redes sociales, en ese período, ha proliferado un fenómeno atípico que ha llamado la atención de los neurólogos. Afecta, sobre todo a jóvenes seguidores de redes sociales, en concreto `Tik Tok´, y se caracteriza bien por imitar tics funcionales de personas de su edad que aparecen en vídeos de dicha red social, o bien por simular tics relacionados con el síndrome de Gilles de la Tourette, un trastorno caracterizado por movimientos repetitivos o sonidos indeseados que no se pueden controlar con facilidad. A ello dedicó su intervención el Dr. José Rafael Chacón Peña, de la Unidad de Neurología, Hospital Quirónsalud Infanta Luisa de Sevilla, en el marco de la LXXIV reunión anual de la Sociedad Española de Neurología.

El neurólogo subrayó la importancia de profundizar sobre este tipo de tics funcionales y fónicos, y su relación con el síndrome de Gilles de la Tourette, para abordar adecuadamente los casos desde la consulta neurológica, dado que, en ocasiones, estas imitaciones, casi sin pretenderlo, acaban convirtiéndose en tics propios. Según datos de un estudio mencionado por el Dr. Chacón, "hay, incluso, vídeos de este tipo en dicha red social que han alcanzado hasta 35,9 millones de visualizaciones"

No obstante, apuntó algunos obstáculos que pueden impedir un diagnóstico más preciso. "Es más frecuente la expresión de los tics cuando el paciente se encuentra solo, ya que en la consulta del neurólogo no se manifiestan todos los que puede llegar a realizar (hasta 29 por minutos), un promedio de 3,2 no suele ser percibidos en la consulta", según ha argumentado.

En otro momento de su intervención, el Dr. Chacón diferenció entre los tics en menores y en adultos, muy diferentes y relacionados con otros trastornos como los obsesivo-compulsivos, depresivos, y adictivos, entre otros. "La evidencia apunta a que, por lo general, dichos tics no suelen tener su origen en la edad adulta sino que se han agravado o que reaparecen más tarde".

En los imitadores de tics que acaban contagiándose predominan las mujeres, a partir de 14 años, y suelen estar acompañados de signos de ansiedad, depresión, traumas, algo que los diferencia de los afectados por el síndrome de Guilles de la Tourette, que son mayoritariamente hombres.

Concluyó su intervención, con la recomendación de un uso racional de redes sociales para evitar este tipo de cuadros que están proliferando a partir de la pandemia de COVID-19.