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Entender e identificar las fluctuaciones y discinesias, fundamental para el manejo clínico de los pacientes con párkinson

Muchos enfermos de parkinson padecen efectos adversos tras un tiempo de tratamiento, algunos conocidos como fluctuaciones y discinesias, sobre los que se ahondó en la LXXIV reunión anual de la Sociedad Española de Neurología, celebrada en Sevilla.

19/11/2022

Los pacientes con párkinson, además de la propia patología, pueden sufrir complicaciones derivadas del tratamiento con levodopa, fármaco administrado para dicha enfermedad en estado avanzado. En este sentido, hay identificadas fluctuaciones motoras y no motoras en relación a los signos de la patología y, de manera episódica, discinesias, entendidas como movimientos ...

Los pacientes con párkinson, además de la propia patología, pueden sufrir complicaciones derivadas del tratamiento con levodopa, fármaco administrado para dicha enfermedad en estado avanzado.

En este sentido, hay identificadas fluctuaciones motoras y no motoras en relación a los signos de la patología y, de manera episódica, discinesias, entendidas como movimientos involuntarios debido al tratamiento crónico con agentes dopaminérgicos.

La mayoría de los pacientes padecen estos efectos adversos tras un tiempo de tratamiento. Por lo general, después de dos meses, el 20% de los pacientes tienen fluctuaciones y el 75%, después de tres años, considerándose el reto terapéutico más complejo. La evaluación de estas complicaciones motoras es difícil debido a la marcada variabilidad clínica relacionada con dicha patología.

Precisamente, en la LXXIV reunión anual de la Sociedad Española de Neurología (SEN) se puso de manifiesto la importancia e identificación de las fluctuaciones clínicas en estos enfermos, como destacó la Dra. Mª Cruz Rodríguez, de la Clínica Universitaria de Navarra, Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) en un seminario en el que se abordaron cuestiones relacionadas con este tipo de situaciones.

Identificar cada tipo de fluctuación

A su juicio, "entender e identificar las fluctuaciones motoras y no motoras es fundamental para el manejo clínico de los pacientes con párkinson".

Las fluctuaciones motoras se definen, según la SEN, como la presencia de variaciones, falta de respuesta adecuada, poca duración del beneficio y en ocasiones respuesta clínica impredecible a una dosis de levodopa.

Otro concepto más novedoso al que hizo referencia la Dra. Rodríguez, es el de las `fluctuaciones no motoras´, cuyos síntomas pueden fluctuar en respuesta a la levodopa. Como explicó, al respecto, "podrían deberse a la acción pulsatil de la levodopa en áreas cerebrales parcialmente denervadas de sus proyecciones, diferentes según el tipo de síntoma".

Es por ello, como indicó, la anamnesis elegida es clave para reconocer la situación en relación con la medicación administrada.

Asimismo, tal como indicó "el umbral dopaminérgico no siempre es el mismo para los dos tipos de fluctuaciones (motoras y no motoras)"

Por tanto, como concluyó, "a la hora de establecer el tratamiento se tiene que tener en cuenta los aspectos de la fisiopatología que presentan este tipo de pacientes".

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