Investigaciones del Instituto Suizo de Investigación de la Alergia y el Asma (SIAF) indican que la exposición a los productos de aclarado utilizados en el lavado de vajilla a gran escala altera la función del epitelio intestinal. La citotoxicidad in vitro fue apreciable ya a una dilución de 1:20.000, mientras ...
Investigaciones del Instituto Suizo de Investigación de la Alergia y el Asma (SIAF) indican que la exposición a los productos de aclarado utilizados en el lavado de vajilla a gran escala altera la función del epitelio intestinal. La citotoxicidad in vitro fue apreciable ya a una dilución de 1:20.000, mientras que el flujo paracelular y la resistencia eléctrica transepitelial, dos marcadores de integridad de la barrera epitelial, se vieron también afectados a diferentes diluciones, dependiendo del tiempo de exposición. Varios de estos efectos pudieron ser reproducidos en esferoides de células intestinales, los cuales exhibieron diversos tipos de alteraciones frente a diluciones decrecientes, así como en células cultivadas en un microchip perfundible. En este último modelo todas las células murieron tras la exposición a una dilución de 1:2500. Los científicos también examinaron el impacto de tres detergentes de uso doméstico, hallando una citotoxicidad apreciable en dos de ellos, a una dilución de 1:20000. Entre los componentes que constituyen el líquido de aclarado industrial se constató que los alcohol-etoxilatos son los principales causantes de las alteraciones observadas.
Cezmi Akdis, director del SIAF y del estudio, afirma que los procesos de lavado industrial concluyen con el aclarado con un líquido cuyos componentes quedan adheridos a la vajilla tras el secado, sin que exista un paso adicional para eliminarlos. El investigador prosigue indicando que las alteraciones de la barrera epitelial se asocian, no sólo a alergias alimentarias, sino también a patologías metabólicas, inflamatorias y neurológicas. La perturbación de la permeabilidad en este y otros epitelios por compuestos químicos del entorno serían responsables de hasta 2000 millones de casos de enfermedades crónicas en todo el mundo, concluye Akdis.