Un estudio internacional revela la existencia de anticuerpos dirigidos contra diversos grupos de glucanos en la circulación de pacientes con diabetes de tipo 1 (DT1). Mediante el uso de una matriz glucómica los investigadores han identificado las clases funcionales a las que pertenecen los glucanos reconocidos por los anticuerpos, estableciendo ...
Un estudio internacional revela la existencia de anticuerpos dirigidos contra diversos grupos de glucanos en la circulación de pacientes con diabetes de tipo 1 (DT1). Mediante el uso de una matriz glucómica los investigadores han identificado las clases funcionales a las que pertenecen los glucanos reconocidos por los anticuerpos, estableciendo 11 categorías, de las cuales 6 se asocian a la progresión de la enfermedad. Estas categorías incluyen aminoglucósidos, glucolípidos, gangliósidos, ciertos glucanos asociados a proteínas y los antígenos que definen los grupos sanguíneos A y B. Los anticuerpos contra estos dos últimos también se asociaron a autoinmunidad frente a los islotes pancreáticos. La persistencia de ésta se asoció a niveles más elevados de anticuerpos dirigidos a la gentamicina, geneticina y sisomicina, todos ellos antibióticos del grupo de los aminoglucósidos.
Sharad Purohit, investigadora de la Universidad de Augusta y directora del estudio, afirma que la distribución de los anticuerpos anti-gentamicina en las cohortes examinadas es consistente con la frecuencia de administración de este antibiótico ante la sospecha de sepsis neonatal. En consonancia con esta observación, los investigadores hallaron que las alteraciones del gen FUT2, conocido factor de riesgo de autoinmunidad, se asocian a mayores niveles de anticuerpos anti-gentamicina. En el ámbito diagnóstico de la DT1, Purohit señala que los niveles de anticuerpos dirigidos a cada glucano individual no pueden ser determinados, debido a la similitud estructural entre glucanos, la cual resulta en que varios de ellos puedan ser reconocidos por el mismo anticuerpo. Sin embargo, esta circunstancia propicia que la presencia de anticuerpos contra 50 de ellos baste para discriminar la DT1 con elevada fiabilidad.