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Avances de la terapia CAR-T en pacientes con linfoma de cerebro y de médula espinal

Por lo general, este tipo de cánceres, a menudo, son difíciles de tratar, sobre todo, una vez que los tumores evaden los tratamientos estándar.

12/12/2022

Las células CAR-T, obtenidas a partir de las propias células T que combaten la enfermedad y se vuelven a cablear genéticamente para unir y destruir tumores, han demostrado su eficacia en ciertas formas de linfoma, sin embargo, su eficacia no ha sido del todo estudiada en tumores cerebrales y de ...

Las células CAR-T, obtenidas a partir de las propias células T que combaten la enfermedad y se vuelven a cablear genéticamente para unir y destruir tumores, han demostrado su eficacia en ciertas formas de linfoma, sin embargo, su eficacia no ha sido del todo estudiada en tumores cerebrales y de la médula espinal.

Ahora, investigadores del Dana-Farber Cancer Institute (EEUU) han presentado en la 64 ª reunión anual de la Sociedad Americana de Hematología (ASH, por sus siglas en inglés) los resultados de un ensayo clínico sobre una terapia de células CAR-T conocida como axicabtagene ciloleucel (axi-cel) que muestra su seguridad y eficacia ante estos tipos de cáncer.

El equipo investigador liderado por la Dra. Caron Jacobson, del Dana-Farber Center, que dirigió el ensayo y presentó los hallazgos en la reunión de la ASH era conocedor, a partir de investigaciones anteriores, de que las células CAR-T pueden acceder al cerebro pero las toxicidades neurológicas que pueden surgir durante el tratamiento generaron preocupaciones sobre el despliegue de la terapia en el sistema nervioso central. Por este motivo, el equipo se embarcó en un ensayo clínico piloto para evaluar la seguridad de axi-cel para el linfoma del SNC primario y secundario.

Los linfomas pueden comenzar dentro del cerebro o la médula espinal, o los tumores pueden diseminarse a esos sitios (conocidos colectivamente como el sistema nervioso central o SNC) después de que se originan en otras partes del cuerpo. Si bien la biología subyacente de estos linfomas del SNC primarios y secundarios puede ser bastante diferente, estos cánceres a menudo son difíciles de tratar, especialmente una vez que los tumores evaden los tratamientos estándar. En ese caso, los pacientes normalmente no viven más de 2 años.

El ensayo se diseñó con pausas para evaluar la seguridad en múltiples puntos, y si en algún momento surgían dos o más toxicidades que limitaban el tratamiento, los investigadores enmendarían el protocolo del ensayo. Sin embargo, el estudio pudo continuar sin interrupción. Los investigadores inscribieron a los pacientes en dos cohortes, la primera para aquellos con linfoma solo en el SNC y la segunda para pacientes con linfoma tanto en el cuerpo como en el SNC.

Hasta la fecha, todos los pacientes han recibido tratamiento con axi-cel y están al menos 1 mes después del tratamiento. El 78% de los pacientes vio que sus tumores se reducían o desaparecían debido al tratamiento, y el 67% de los pacientes mostró una respuesta completa, en la que sus tumores desaparecieron. La duración de estas respuestas fue de 10 meses. La mediana de supervivencia libre de progresión fue de casi un año y la mediana de supervivencia general fue de 19 meses.

Aunque se requieren más estudios clínicos, los datos sugieren que axi-cel produce respuestas que son potencialmente más duraderas que los tratamientos actuales para el linfoma del SNC. "Este enfoque nos brinda una oportunidad sin precedentes para explorar el entorno inmunitario del sistema nervioso central y determinar cómo se compara con la sangre periférica", indicó la Dra. Ulrike Gerdemann, de Dana-Farber (también del Boston Children´s Hospital). "Además, podemos comparar poblaciones de células idénticas tanto en la sangre como en el LCR, obteniendo una imagen de alta resolución de la dinámica de las células T y una comprensión más profunda de lo que impulsa las respuestas terapéuticas", concluyó.

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