El abordaje de la dermatología desde la enfermería debe ofrecer una atención holística a los pacientes que no solo se centre en el aspecto orgánico de las enfermedades, sino que aborde, también, la afectación sicosocial de las patologías. Ésta es una de las principales conclusiones de la jornada "Avanzando en ...
El abordaje de la dermatología desde la enfermería debe ofrecer una atención holística a los pacientes que no solo se centre en el aspecto orgánico de las enfermedades, sino que aborde, también, la afectación sicosocial de las patologías. Ésta es una de las principales conclusiones de la jornada "Avanzando en el cuidado de los pacientes dermatológicos", en la que han participado profesionales del Hospital Universitario Gregorio Marañón y el Hospital Clínico San Carlos, ambos en Madrid, y que ha sido organizada por la biofarmacéutica AbbVie.
La psoriasis afecta aproximadamente a un 2,5% de la población española, de los cuales el 53% la padecen en grado moderado-severo. Se trata de una de las patologías más prevalentes en dermatología y tiene un alto impacto en la calidad de vida de los pacientes, no solo a nivel físico, sino también social y emocional.
Según la Dra. Elena González Guerra, dermatóloga del Hospital Clínico San Carlos, "la carga emocional que sufren los pacientes con este tipo de patologías es acumulativa. Es decir, padecen un desgaste emocional que hace mella en su calidad de vida y que va más allá de la mayor o menor afectación orgánica de la enfermedad". González Guerra también ha destacado el papel fundamental de la enfermería en el acompañamiento psicológico de los pacientes señalando que "hay que poner en valor el trabajo que se hace desde la enfermería, ya que pasan un mayor tiempo con el paciente durante la realización de ciertos tratamientos, lo que les permite conocer sus inquietudes sin invadir su privacidad, haciendo una doble labor: por un lado, obtienen datos de interés para el abordaje de la patología y por otro, ayudan a aliviar la carga psicológica de los pacientes, algo que resulta decisivo".
Por su parte, Ana García, psicóloga del Hospital Universitario Gregorio Marañón ha añadido, que "la enfermedad va más allá de las manifestaciones físicas, afecta a otras esferas de la vida, la personal e interpersonal, con un impacto directo en la autoestima, la sexualidad, las relaciones familiares, sociales y laborales. Por eso es imprescindible atender todos estos aspectos y así reducir su impacto en la calidad de vida de los pacientes".
Mayor implicación desde enfermería
Durante el encuentro también se ha señalado la importancia de crear unidades multidisciplinares médico-enfermería en el ámbito de la dermatología, en aquellos centros en los que aún no se han implementado, con el objetivo de hacer una valoración global del paciente en patologías inmunomediadas como la psoriasis o la dermatitis atópica, y atender también sus comorbilidades, que en muchas ocasiones implican a otras áreas terapéuticas.
En este sentido, Paloma Morales, enfermera del Hospital Universitario Gregorio Marañón ha destacado el papel fundamental de la Enfermería de Práctica Avanzada (EPA) en dermatología como nexo de unión entre el médico y el paciente. "Los pacientes con enfermedades inmunomediadas, como la psoriasis, a menudo tienen comorbilidades asociadas como la artritis psoriásica, la enfermedad de Crohn o la uveítis. Por ello, es necesario un abordaje integral y holístico de la patología que implique a diferentes áreas terapéuticas, sin olvidarnos de la enfermería, que cumple un papel esencial en este proceso, al ser el personal sanitario con el que establece una mayor comunicación. Lo que nos permite detectar, con mayor facilidad, necesidades no cubiertas".
Por su parte, la Dra. Ofelia Baniandrés, dermatóloga del mismo centro hospitalario, ha añadido que la psoriasis, como otras enfermedades dermatológicas crónicas, "tiene un alto impacto sicosocial que provoca en la paciente estigmatización, miedo al rechazo, actitudes evitativas y vergüenza. Esto puede desencadenar el desarrollo de enfermedades mentales, como la ansiedad o la depresión. Para integrar ese aspecto emocional y manejar el resto de las comorbilidades asociadas, es fundamental crear unidades dermatológicas multidisciplinares de trabajo que aborden la patología desde una perspectiva global".
A lo largo de sus intervenciones, las ponentes han destacado, además, la relevancia que tiene este tipo de encuentros formativos que permiten el intercambio de conocimientos entre profesionales y el abordaje del paciente y su patología con una visión global, ampliando horizontes con nuevas perspectivas, para ofrecer a los pacientes las soluciones más innovadoras a sus necesidades no cubiertas.
El aspecto psicosocial en el tratamiento de la psoriasis
En España hay más de un millón de personas afectadas de psoriasis. Una patología crónica que se manifiesta mayoritariamente en la piel, las uñas y las articulaciones pero que, también, comporta la aparición de otras enfermedades asociadas (comorbilidades) que llegar a afectar gravemente la salud de las personas afectadas.
Pese a que es una enfermedad no contagiosa, el desconocimiento por parte de la población de qué es la psoriasis y su manifestación principal a través de la piel hace que muchos pacientes se sientan estigmatizados y se avergüencen de mostrar las manifestaciones visibles de la enfermedad.
Las personas diagnosticadas con psoriasis manifiestan, no solo alteraciones físicas, sino también cambios en su estado de ánimo y un impacto en sus actividades de ocio, sus relaciones sociales, de pareja, laborales y escolares. La encuesta NEXT Psoriasis, llevada a cabo por Acción Psoriasis entre 1.265 pacientes de toda España, revela que cuatro de cada diez pacientes indican que la enfermedad les afecta en su día a día, no solo a nivel físico, sino también emocional y socialmente. Este informe alerta, además, de que hasta el 13% de los pacientes con psoriasis moderada-grave no reciben actualmente asistencia sanitaria.