Algunas especies de bacterias intestinales activan los nervios en el intestino para promover el deseo de hacer ejercicio, según deduce un estudio en ratones dirigido por investigadores de la Escuela de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania (EEUU). El trabajo, publicado en ´Nature´ revela el proceso desde el intestino al ...
Algunas especies de bacterias intestinales activan los nervios en el intestino para promover el deseo de hacer ejercicio, según deduce un estudio en ratones dirigido por investigadores de la Escuela de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania (EEUU).
El trabajo, publicado en ´Nature´ revela el proceso desde el intestino al cerebro que provoca que algunas bacterias impulsen la motivación en el rendimiento del ejercicio .
Los investigadores encontraron que las diferencias en el rendimiento en una carrera entre un grupo de ratones de laboratorio se atribuían, en gran medida, a la presencia de ciertas especies de bacterias intestinales en aquellos animales de mayor rendimiento. Para constatarlo, rastrearon este efecto en pequeñas moléculas conocidas como metabolitos que producen las bacterias, y en aquellos que estimulan los nervios sensoriales en el intestino para mejorar la actividad en una región del cerebro que controla la motivación durante el ejercicio.
El objetivo que se marcaron fue encontrar los factores que determinan el rendimiento del ejercicio. Para ello, registraron las secuencias del genoma, las especies de bacterias intestinales, los metabolitos del torrente sanguíneo y otros datos para ratones genéticamente diversos. Seguidamente, midieron la cantidad de vueltas a la rueda que daban los animales, así como su resistencia.
Los autores del estudio analizaron sus datos utilizando el aprendizaje automático, buscando atributos de los ratones que pudieran explicar mejor las importantes diferencias interindividuales de los animales en el rendimiento de carrera. Se sorprendieron al descubrir que mientras la genética parecía explicar solo una pequeña parte de estas diferencias de rendimiento, las diferencias en las poblaciones de bacterias intestinales parecían ser sustancialmente más importantes. De hecho, observaron que dar a los ratones antibióticos de amplio espectro para deshacerse de sus bacterias intestinales reducía el rendimiento de carrera de los ratones a la mitad.
Dos especies bacterianas
En concreto, encontraron que dos especies bacterianas estrechamente relacionadas con un mejor rendimiento, Eubacterium rectale y Coprococcus eutactus, producen metabolitos conocidos como amidas de ácidos grasos (FAA). Estos últimos estimulan los receptores llamados receptores endocannabinoides CB1 en los nervios sensoriales incrustados en el intestino, que se conectan al cerebro a través de la columna vertebral. La estimulación de estos nervios repletos de receptores CB1 provoca un aumento en los niveles del neurotransmisor dopamina durante el ejercicio, en una región del cerebro llamada cuerpo estriado ventral. Los investigadores concluyeron que la dopamina adicional en esta región durante el ejercicio aumenta el rendimiento al reforzar el deseo de realizar esta actividad.
Los hallazgos abren muchas nuevas vías de investigación científica. El equipo se plantea más estudios para confirmar la existencia de esta conexión del intestino con el cerebro en humanos.