Un ARN no codificante para el diagnóstico de los tumores de cuello de útero
El nuevo potencial biomarcador se asocia a la histología del tumor y a la presencia de metástasis ganglionares.
Un estudio realizado sobre 115 muestras apareadas de cáncer de cuello de útero y de tejido sano adyacente revela que el ARN largo no codificante (lncRNA) MVIH se encuentra sobreexpresado exclusivamente en el tejido tumoral. La sobreexpresión se asoció a rasgos histológicos, tales como la profundidad de invasión y el ...
Un estudio realizado sobre 115 muestras apareadas de cáncer de cuello de útero y de tejido sano adyacente revela que el ARN largo no codificante (lncRNA) MVIH se encuentra sobreexpresado exclusivamente en el tejido tumoral. La sobreexpresión se asoció a rasgos histológicos, tales como la profundidad de invasión y el tipo celular escamoso, así como a menor edad en las pacientes. Los investigadores han determinado que MVIH tiene valor como biomarcador diagnóstico, con una especificidad y sensibilidad del 67 y del 80%, respectivamente.
Reza Safaralizadeh, investigador de la Universidad de Tabriz y director del estudio, afirma que los lncRNA regulan la expresión de genes clave en múltiples funciones celulares, tanto a nivel epigenético como post-transcripcional. Su patrón de expresión es incluso más específico que el de los ARN mensajeros convencionales y, a diferencia de éstos, pueden ser fácilmente detectados en fluidos corporales, debido a su elevada estabilidad. Estas características los convertirían en potenciales candidatos a biomarcadores tanto en la diagnosis como en la monitorización del paciente. El científico prosigue indicando que MVIH ya había sido previamente identificado como biomarcador pronóstico en el carcinoma hepatocelular, donde su expresión elevada se asocia a mayor agresividad y grado de vascularización del tumor. Sin embargo, su potencial clínico en el cáncer de útero todavía no había sido estudiado. Los actuales hallazgos son consistentes con algunas de las funciones atribuidas a MVIH, tales como la inducción de metaloproteasas de la matriz celular, cuya actividad es necesaria en el inicio del proceso de invasión.
