Los pacientes hospitalizados por fracturas suelen recibir un anticoagulante inyectable, la heparina de bajo peso molecular, para prevenir coágulos sanguíneos potencialmente mortales. Sin embargo, un nuevo ensayo clínico ha revelado que la ´Aspirina´ es igual de eficaz. Los resultados, publicados en el ´New England Journal of Medicine´, podrían llevar a ...
Los pacientes hospitalizados por fracturas suelen recibir un anticoagulante inyectable, la heparina de bajo peso molecular, para prevenir coágulos sanguíneos potencialmente mortales. Sin embargo, un nuevo ensayo clínico ha revelado que la ´Aspirina´ es igual de eficaz. Los resultados, publicados en el ´New England Journal of Medicine´, podrían llevar a los cirujanos a cambiar su práctica y administrar ´Aspirina´ a estos pacientes.
El ensayo clínico aleatorizado multicéntrico, en el que participaron más de 12.000 pacientes de 21 centros de traumatología de Estados Unidos y Canadá, es el mayor realizado en pacientes traumatizados por causas ortopédicas. Esta colaboración multidisciplinar entre cirujanos ortopédicos y traumatólogos pone de manifiesto la importancia de evaluar las técnicas empleadas para prevenir complicaciones posquirúrgicas, como coágulos sanguíneos e infecciones, mediante estudios comparativos directos de alta calidad.
El ensayo fue codirigido por el Departamento de Ortopedia de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland (UMSOM) y el Consorcio de Investigación de Traumatismos de Extremidades Mayores (METRC), con sede en la Facultad de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins, en Estados Unidos.
"Es probable que muchos pacientes con fracturas prefieran tomar una ´Aspirina´ diaria en lugar de recibir inyecciones, después de que hayamos descubierto que ambas les proporcionan resultados similares en la prevención de las consecuencias más graves de los coágulos sanguíneos", afirma el investigador principal del estudio, el doctor Robert V. O´Toole, catedrático de Traumatología Ortopédica de la Fundación Médica Hansjörg Wyss de la UMSOM y jefe de Ortopedia del Centro de Traumatología de Choque R. Adams Cowley del Centro Médico de la Universidad de Maryland (UMMC).
"Esperamos que nuestros hallazgos de este ensayo a gran escala tengan un impacto importante en la práctica clínica que pueda incluso alterar el estándar de atención", comenta.
Los pacientes que sufren fracturas que requieren cirugía corren mayor riesgo de desarrollar coágulos sanguíneos en los pulmones y las extremidades. Los coágulos grandes en los pulmones pueden incluso ser mortales. Las directrices actuales recomiendan prescribir heparina de bajo peso molecular (enoxaparina) para prevenir estos coágulos, aunque ensayos clínicos más pequeños en cirugía de reemplazo articular total sugirieron un beneficio potencial de la aspirina como opción menos costosa y ampliamente disponible.
En el estudio participaron 12.211 pacientes con fracturas de pierna o brazo que precisaron cirugía o fracturas pélvicas, independientemente del tratamiento. Se asignó aleatoriamente a la mitad a recibir 30 mg. de heparina inyectable de bajo peso molecular dos veces al día. La otra mitad recibió 81 mg. de ´Aspirina´ dos veces al día. Se hizo un seguimiento de los pacientes durante 90 días para medir los resultados sanitarios de los dos tratamientos.
El principal resultado del estudio fue que la ´Aspirina´ era "no inferior", o no peor que la heparina de bajo peso molecular, a la hora de prevenir la muerte por cualquier causa: 47 pacientes del grupo de la aspirina murieron, frente a 45 pacientes del grupo de la heparina.
En cuanto a otras complicaciones importantes, los investigadores tampoco hallaron diferencias entre los dos grupos en cuanto a coágulos en los pulmones (embolias pulmonares). La incidencia de complicaciones hemorrágicas, infecciones, problemas en las heridas y otros efectos adversos de los tratamientos también fue similar en ambos grupos.
De todos los resultados estudiados, la única diferencia potencial se observó en los coágulos sanguíneos de las piernas, denominados trombosis venosa profunda. Esta afección fue relativamente infrecuente en ambos grupos, ya que se produjo en el 2,5% de los pacientes del grupo de la ´Aspirina´ y en el 1,7% de los pacientes del grupo de la heparina.
"Esta diferencia relativamente pequeña se debió a los coágulos situados en la parte inferior de la pierna, que se consideran de menor importancia clínica y a menudo no requieren tratamiento", señala la coinvestigadora principal del estudio, Deborah Stein, profesora de Cirugía en la UMSOM y directora de los Servicios de Cuidados Críticos para Adultos en el UMMC.
"Este gran estudio multicéntrico era necesario para medir adecuadamente el impacto de la profilaxis en el infrecuente, pero importante, resultado de muerte que es de suma importancia para los pacientes", subraya el investigador principal del centro de métodos del estudio, Renan Castillo, Profesor de Política y Gestión Sanitaria de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de Johns Hopkins.
"A muchos pacientes no les gusta ponerse inyecciones. No es divertido poner la inyección porque quema y el estómago tiende a magullarse más fácilmente que con la ´Aspirina´", explica Debra Marvel, una mujer de 53 años de Columbia (Maryland) que participó como paciente asesora en el estudio. Ella recibió ´Lovenox´ (heparina de bajo peso molecular) después de que sus piernas fueran aplastadas en un accidente peatonal en 2015, requiriendo múltiples cirugías en el Centro de Trauma Shock de la Universidad de Maryland.