Hay evidencia de que los ácidos grasos poliinsaturados omega-3 de cadena larga son beneficiosos para la salud cardiovascular, y también podrían serlo para los riñones, tal como sugiere un estudio realizado por Investigadores de The George Institute y UNSW, Sydney (Australia). La investigación realizada por estos expertos involucró a más de ...
Hay evidencia de que los ácidos grasos poliinsaturados omega-3 de cadena larga son beneficiosos para la salud cardiovascular, y también podrían serlo para los riñones, tal como sugiere un estudio realizado por Investigadores de The George Institute y UNSW, Sydney (Australia).
La investigación realizada por estos expertos involucró a más de 25.000 participantes en 12 países y encontraron que aquellos con los niveles más altos de un marcador sanguíneo de ácidos grasos poliinsaturados derivados de mariscos y pescados grasos también tenían una disminución más lenta en la función renal.
La enfermedad renal crónica (ERC) afecta a unos 700 millones de personas en todo el mundo. Las personas con ERC tienen un mayor riesgo de que esta pueda progresar a insuficiencia renal que afecta gravemente la salud y la calidad de vida.
"Debido a que las tasas de ERC están aumentando y actualmente no tienen curación, es más importante que nunca encontrar formas de retrasar la progresión de esta enfermedad devastadora", señaló el profesor Jason Wu, director de Ciencias de la Nutrición en el Instituto George y profesor de la Facultad de Salud de UNSW.
Los ensayos controlados aleatorios han demostrado previamente que el aumento de la ingesta de PUFA n-3 mejoró las condiciones que están involucradas en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, como la rigidez arterial, la presión arterial alta y los niveles sanguíneos elevados de grasasconocidas como triglicéridos.
El autor principal, el Dr. Kwok Leung Ong, investigador principal de la UNSW, Sydney, explicó que dado que estas afecciones también son factores de riesgo para la ERC, el equipo pretendió averiguar si los AGPI n-3 también podrían ser útiles para controlar la enfermedad renal. Al colaborar con una red de investigadores de ideas afines en todo el mundo, pudimos recopilar y analizar el conjunto de datos más grande hasta ahora para examinar esta relación", añadió.
Los 25.570 participantes incluidos en el análisis se dividieron en cinco niveles según el consumo total de PUFA n-3 de pescados y mariscos, determinado midiendo los PUFA n-3 que circulan en la sangre.
Los resultados mostraron que aquellos en el quinto superior de los niveles de PUFA n-3 tenían un riesgo 13 % menor de desarrollar una función renal anormal consistente con la ERC en comparación con aquellos en el quinto inferior.
Sin embargo, los investigadores encontraron que los niveles de PUFA n-3 derivados de plantas no mostraron los mismos beneficios."Aunque el grado de asociación entre una mayor cantidad de PUFA n-3 derivados de los mariscos fue modesto, nuestros hallazgos sugieren que es suficiente para alentar el consumo adecuado de mariscos y pescados grasos, especialmente en aquellos con riesgo de enfermedad renal", indicó el Dr. Ong.
"Estos hallazgos también brindan una buena razón para realizar más ensayos controlados aleatorios para evaluar el papel beneficioso potencial de los AGPI n-3 de los mariscos en la prevención y el tratamiento de la ERC", concluyó.