La última subvariante responsable de la Covid-19, XBB.1.5 también conocida como Kraken, se expande en decenas de países y amenaza con no permitir dar final a la pesadilla que supone la pandemia de Covid-19, desde que se enseñoreó del planeta, tal como informa puntualmente la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Dr Tedros Adhanom

En palabras del director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, ya se había alertado el pasado 4 de enero sobre la problemática representada por la subvariante de Omicron, XBB.1.5, recombinante de sublinajes BA2. Detectada en octubre de 2022 y cuya presencia aumenta en Estados Unidos y Europa, después de haber sido detectada en más de 25 países a día de hoy.

De lo que dedujo el director general que es imprescindible tener el mayor celo posible por parte de su organización y las adminisraciones sanitarias de todos los países para mantener vigilado este problema todavía lejos de ser resuelto.

Dr Maria Van Kerkhove

Por su parte, la directora técnica para la Covid-19 de la OMS, la doctora Maria Van Kerkhove, informó que es prioritario conocer mejor esta subvariante dado que, desde hace pocas semanas, se ha detectado en más países caracterizados por tener sus sistemas sanitarios más comprometidos.

Como detalló a la cadena CBC News, el virus coexiste en su última versión con otros patógenos en circulación. Problema al que sumó la escasa información existente respecto a la severidad de esta nueva subvariante, aunque sí existe la sospecha para el organismo internacional de que suponga mayores perjuicios para la salud que otras anteriores.

Desde su equipo especializado en conocer la evolución de la pandemia con objeto de informar al mundo cada tres meses, Van Kerkhove afirmó que el impacto de la pandemia se mantiene con instrucciones sobre las maneras de proceder, especialmente mediante la vacunación.

Al ser una variante de preocupación para la salud pública mundial, aludió a factores como mejorar el acceso a los medios sanitarios ante la inminencia de declarar la nueva emergencia. Desde un conocimiento que debe abarcar desde las fases agudas al comportamiento de la enfermedad a largo plazo. Para expandir la disponibilidad de las citadas vacunas y los necesarios antivirales.

Ante este crecimiento del problema requirió más información de China, aunque ya se trata de una nueva fase global en la que es preciso conocer para toda la población mundial la disponibilidad de oxígenos clínicos, así como contabilizar la mortalidad real que se está produciendo en el país asiático y en el resto de las naciones. En un momento realmente complejo y de notable incertidumbre que preocupa a todo el equipo de la OMS.

Posteriormente y después de la cuarta reunión del comité de emergencias Covid de la OMS, que se reúne cada tres meses para evaluar la situación el director general agradeció las recomendaciones que coordina el profesor Didier Houssin, a los tres años desde que la institución global informó por primera vez sobre aquel coronavirus que apareció que era tan desconocido y que habría de convertirse en el principal problema de salud pública del planeta y por ello una variante de preocupación a nivel global.

Para llegar a un conocimiento más amplio con la llegada de la variante Omicron a su punto más alto de expansión, al haber contado 70.000 fallecimientos a la semana. Letalidad que bajó de las 10.000 muertes cuando en octubre pasado se produjo la anterior reunión del referido comité, aunque con un claro repunte desde entonces. Decesos que en China, como país con más población del mundo, se vieron notablemente incrementados a raíz de la suspensión de las medidas de Covid Cero.

De la mitad de las 40.000 muertes informadas hace escasos días por la OMS, la mitad correspondieron al país asiático, como incorporación a la estadística mundial realizada en las últimas semanas.

En los últimos días se contabilizan 170.000 fallecimientos, con bastante certeza de que el número actual podría ser mayor. Por lo que la OMS reitera que es esencial proveer de medios diagnósticos, tratamientos y vacunas para atender los casos severos de la enfermedad y así reducir la presión sobre los sistemas asistenciales y proteger al mismo tiempo a los sobrecargados profesionales sanitarios.

Sin embargo, las herramientas para preservar la vida no están disponibles en igual medida en todos los países y existen déficits destacables con riesgo para la población mayor y el personal asistencial más expuesto.

La OMS también es especialmente sensibe al daño causado por la pandemia y que ha sido muy importante en numerosos sistemas sanitarios, dándose complicaciones con la gripe y virus respiratorio sincitial (RSV), incrementando a la vezel agotamiento de las plantillas y reduciéndose la capacidad en la atención sanitaria.

Este fenómeno corre paralelo al bajón experimentado en la secuenciación genética en todo el mundo, factor que dificulta hacer un seguimiento más afinado de las variantes y salir al paso de otras nuevas que puedan surgir.

A la par que desciende la confianza de las poblaciones en los instrumentos para el control de la Covid-19 ante las dificultades que plantea la mala información. Y frente a la imperiosa necesidad de hacer llegar y cumplir las regulaciones internacionales para la salud, ahora más que nunca.

Dra Kerstin Vesna Petrič

En la misma línea, la doctora Kerstin Vesna Petrič, presidenta del Executive Board de la OMS, ratificó desde las conclusiones de la sesión 152 del gabinete ejecutivo que, al terminar enero de 2023, la Covid-19 se mantiene como emergencia mundial de salud pública. Con una mortalidad creciente desde diciembre de 2022, cifrada en más de las ya citadas 170,000 muertes a la semana.

Ante la imposibilidad de controlar el virus, la directiva defiende actuar mediante vacunas contra sus peores efectos en los grupos poblacionales de riesgo. Además de aumentar el acceso a los autotest y un uso temprano de los antivirales. Con esa intención, 49 países ya han podido eliminar barreras para optar a servicios de salud específicos para la Covid, como apostilló.