El deterioro cognitivo leve se conoce por deficiencias en la cognición que son perceptibles para la persona o los miembros de la familia y pueden confirmarse en las pruebas, pero que no interfieren significativamente con el funcionamiento. Dicho deterioro es más común entre las personas mayores, afectando entre el 10-35% ...
El deterioro cognitivo leve se conoce por deficiencias en la cognición que son perceptibles para la persona o los miembros de la familia y pueden confirmarse en las pruebas, pero que no interfieren significativamente con el funcionamiento. Dicho deterioro es más común entre las personas mayores, afectando entre el 10-35% de mayores de 65 años. Se considera una etapa intermedia entre el envejecimiento normal y la demencia, aunque hay que tener en cuenta que no todas las personas progresan en su deterioro cognitivo y algunas incluso vuelven a normal.
En este terreno, un estudio dirigido por el Centro para el envejecimiento cerebral saludable (CHeBA) de la Universidad de Nueva Gales del Sur, en Sydney (Australia) ha demostrado que la apatía aumenta en el deterioro cognitivo leve y se asocia con peores resultados clínicos.
Según sus investigadores, poca investigación ha examinado la apatía en personas con deterioro cognitivo leve y con dificultades cognitivas con alto riesgo de desarrollar demencia. Además, muy poca investigación ha evaluado cómo la apatía podría evolucionar con el tiempo.
En concreto, el autor principal del estudio, el Dr. Michael Connors, explicó, al respecto, que "la apatía, entendida como un trastorno de la motivación y el comportamiento dirigido a objetivos, es un síntoma común en la demencia, aunque también puede ser experimentado por personas mayores sin ella. En este estudio, evaluamos tanto la apatía como la depresión en personas con deterioro cognitivo leve durante un período de tres años para poder distinguir mejor los dos síntomas".
La investigación, publicada en ´International Psychogeriatrics´ se realizó en nueve clínicas de memoria en Australia, con 185 pacientes, todos los cuales tenían un diagnóstico de deterioro cognitivo leve.
Aproximadamente del 2,5 al 7,5 % de los pacientes con deterioro cognitivo leve en la comunidad y del 10 al 15 % que asisten a clínicas de memoria desarrollan demencia cada año. Con una incidencia tan alta de demencia, se ha prestado mucha atención a identificar los factores de riesgo de progresión. La apatía puede predecir tal progresión a la demencia.
Sus hallazgos, en combinación con otras investigaciones recientes que han realizado, sugieren que la apatía es un marcador de resultados clínicos deficientes en personas mayores y en diferentes trastornos neurocognitivos. La investigación también indica la necesidad de distinguir la apatía de la depresión, ya que esta parece estar menos relacionada con la progresión a la demencia.
"Es necesario considerar que las personas con apatía corren un alto riesgo de sufrir un mayor deterioro cognitivo y planificar tales contingencias", según otro de los autores principales, el profesor Henry Brodaty.