Más de dos millones de personas en España padecen disfagia. Estudios recientes destacan que una de cada cuatro personas mayores de 70 años, el 45% de los enfermos de ictus y el 60% de los residentes geriátricos sufren un grado u otro de disfagia. También las personas con patologías neurodegenerativas, ...
Más de dos millones de personas en España padecen disfagia. Estudios recientes destacan que una de cada cuatro personas mayores de 70 años, el 45% de los enfermos de ictus y el 60% de los residentes geriátricos sufren un grado u otro de disfagia. También las personas con patologías neurodegenerativas, como el Alzhéimer o el Parkinson están entre la población de riesgo. Para ellas, la toma de medicamentos puede suponer un verdadero desafío.
Así, AIMPLAS, Instituto Tecnológico del Plástico, está desarrollando nuevas soluciones en el marco del proyecto DEGLUMED que permiten avanzar hacia una medicina cada vez más personalizada con fármacos adaptados a las necesidades de los pacientes. En esta iniciativa, financiada por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE), se ha centrado en el diseño de medicamentos y nutracéuticos que resulten fáciles de tomar, a través de tecnologías como hot melt extrusion o compounding farmacéutico, y la impresión 3D.
DEGLUMED, en palabras de la investigadora principal del proyecto, Raquel Llorens, "aborda los desafíos de medicamentos comunes que no son efectivos para tratar a un gran número de pacientes y el aumento de los costes de la atención médica debido a enfermedades crónicas más prevalentes y al envejecimiento de la población. Y es que muchos medicamentos están disponibles en formas sólidas de dosificación oral, como tabletas y cápsulas, y para algunas personas resultan difíciles de ingerir. El sabor también influye a la hora de tragar un medicamento, lo que puede causar su rechazo y expulsión si se detecta en el momento de la toma".
Una solución para reducir costes y materiales
En este sentido, la tecnología de hot melt extrusion empleada en el proyecto permite el desarrollo de fórmulas complejas. De esta manera, permite conseguir películas bucodispersables en un único paso, además de la obtención de filamento si se requiere para una posterior impresión por deposición en fundido (FDM) o la utilización de los `pellets´ o granza para la impresión directa con impresoras que están preparadas para trabajar con este formato.
Del mismo modo, según explica Llorens "esta tecnología supone un ahorro de energía y permite una mayor reproducibilidad y biodisponibilidad del fármaco, además de evitar el uso de disolventes. Asimismo, la impresión 3D destaca por ventajas como la personalización, la impresión de estructuras complejas combinando diferentes materiales, el ahorro de materiales, la versatilidad o la producción de series cortas con costes asequibles, entre otros".
AIMPLAS lleva a cabo estas investigaciones con la colaboración de empresas que cubren todas las aplicaciones el proyecto, desde la fabricación de medicamentos, complementos alimentarios, suplementos para mascotas o productos cosméticos hasta la impresión 3D. En concreto, las empresas participantes son Especialidades farmacéuticas Centrum (ASACPHARMA), NUTRISPAIN e IT3D.
Este proyecto cuenta con la financiación del IVACE a través de los fondos FEDER de la UE, dentro del Programa Operativo FEDER de la Comunitat Valenciana 2021-2027. Estas ayudas están dirigidas a centros tecnológicos de la Comunitat Valenciana para el desarrollo de proyectos de I+D de carácter no económico realizados en cooperación con empresas para el ejercicio 2022.