Los investigadores de Cedars-Sinai de California (EEUU) encontraron que las mujeres que desarrollaron trastornos del estado de ánimo y ansiedad asociados con el embarazo y el parto tenían proteínas alteradas específicas que circulaban en el torrente sanguíneo. "En este estudio piloto, descubrimos que las participantes con síntomas de trastorno de ansiedad ...
Los investigadores de Cedars-Sinai de California (EEUU) encontraron que las mujeres que desarrollaron trastornos del estado de ánimo y ansiedad asociados con el embarazo y el parto tenían proteínas alteradas específicas que circulaban en el torrente sanguíneo.
"En este estudio piloto, descubrimos que las participantes con síntomas de trastorno de ansiedad y estado de ánimo perinatal (PMAD) tenían una firma de proteína plasmática prenatal única y distinta que regulaba cierta actividad de señalización cerebral y vías proinflamatorias", explicó Eynav Accortt, directora del Programa de Psicología Reproductiva en Cedars-Sinai y autora correspondiente del estudio.
El estudio piloto controlado incluyó a 34 mujeres en riesgo de desarrollar PMAD y 18 controles. El examen de salud mental se realizó en el tercer trimestre y nuevamente tres meses después del parto. Los investigadores utilizaron una herramienta altamente sensible llamada tecnología de escaneo de aptámeros modificados de velocidad lenta (SOMA) para detectar biomarcadores de plasma correlacionados con trastornos específicos, como ansiedad, depresión y estrés postraumático.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, aproximadamente 1 de cada 8 mujeres experimenta, tras el parto, síntomas significativos de trastornosdel estado de ánimo y de ansiedad que pueden interferir con la salud general, las actividades diarias y la vida familiar.
"El primer paso crítico en la prevención de cualquier enfermedad es saber si está en riesgo. El proceso de descubrir una prueba de diagnóstico para los trastornos perinatales del estado de ánimo y la ansiedad, a través de una investigación de biomarcadores como esta, es necesaria", indicó Accortt, psicóloga clínica.
"Puede ser muy desafiante para una mujer angustiada identificar su necesidad de intervención. Los familiares y amigos pueden buscar señales de alerta, pero es posible que no sepan cómo ayudar. Si tuviéramos una prueba de sangre temprana, como la prueba que se hacen todas las mujeres para la diabetes gestacional, ella y su familia sabrían que tiene un mayor riesgo y comenzarían a educarse y a considerar las opciones de tratamiento mucho antes",según Accortt.
Desde el punto de vista de estos autores, se necesitan nuevos trabajos de validación más amplios para determinar si los biomarcadores identificados en este estudio piloto se pueden usar con factores de riesgo tradicionales, como un historial previo de depresión o complicaciones médicas durante el embarazo o el parto, para desarrollar protocolos para la detección temprana.