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Una intervención farmacológica podría mejorar los resultados del trasplante de médula ósea

Los inhibidores de las histona deacetilasas corrigen el desequilibrio epigenético de los linfocitos T tras la regeneración hemática.

02/03/2023

Científicos de varios centros austríacos han descubierto que los linfocitos T reconstituidos tras un trasplante de células madre hematopoyéticas (CMHs) presentan modificaciones epigenéticas, asociadas a una alterada expresión de histona deacetilasas (HDACs). La homeostasis de los linfocitos T puede ser potencialmente restablecida mediante medicaciones que inhiben a estos enzimas, algunas ...

Científicos de varios centros austríacos han descubierto que los linfocitos T reconstituidos tras un trasplante de células madre hematopoyéticas (CMHs) presentan modificaciones epigenéticas, asociadas a una alterada expresión de histona deacetilasas (HDACs). La homeostasis de los linfocitos T puede ser potencialmente restablecida mediante medicaciones que inhiben a estos enzimas, algunas de las cuales se encuentran ya en uso clínico. Así se demostró en experimentos con linfocitos T aislados de pacientes que habían recibido un trasplante de CMHs, en los que estos inhibidores reinstauraron el patrón epigenético normal. Los hallazgos han tenido lugar al investigar las posibles causas del relapso de la leucemia y del rechazo secundario a la reacción inmunológica del injerto frente al organismo receptor. En este contexto los científicos hallaron que, mientras que la población de linfocitos T efectores es reconstituida rápidamente tras el trasplante, la de linfocitos T reguladores lo es mucho más lentamente. Además, los programas epigenéticos y de expresión génica en estas poblaciones linfocitarias mostraron grandes variaciones, en función de que se localizaran en la sangre o en la piel.

Geor Stary, investigador de la Universidad Médica de Viena y director del estudio, afirma que estas diferencias podrían estar al menos parcialmente relacionadas con el rechazo. Éste ocurre en hasta el 40% de los pacientes, manifestándose principalmente en la piel, asegura Stary. Los resultados sugieren que los inhibidores de las HDACs podrían ser utilizados en momentos específicos tras el trasplante, con el objetivo de prevenir las alteraciones observadas y aumentar la eficacia de la terapia. Esta hipótesis deberá ser probada en futuros ensayos clínicos, concluye el científico.

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