La Fundación Jiménez Díaz (FJD) puso en marcha en junio de 2022 una pionera Unidad de inmunización. Al frente de ella, María Dolores Martín Ríos, jefe Corporativo de los Servicios de Medicina Preventiva de los hospitales: Fundación Jiménez Díaz, Hospital Rey Juan Carlos, Hospital Universitario Infanta Elena y Hospital General ...
La Fundación Jiménez Díaz (FJD) puso en marcha en junio de 2022 una pionera Unidad de inmunización. Al frente de ella, María Dolores Martín Ríos, jefe Corporativo de los Servicios de Medicina Preventiva de los hospitales: Fundación Jiménez Díaz, Hospital Rey Juan Carlos, Hospital Universitario Infanta Elena y Hospital General de Villalba, que este jueves ha sido la experta invitada (con la colaboración de GSK) en el marco del 23 Congreso Nacional de Hospitales y Gestión Sanitaria, organizado por la Sociedad Española de Directivos de Salud (SEDISA) y la Asociación Nacional de Directivos de Enfermería (ANDE) para compartir la experiencia de esta iniciativa y los resultados obtenidos hasta ahora.
Con la premisa de cumplir los estándares de calidad asistencial del paciente que marcó el Instituto Picker, este servicio se centra en la atención a pacientes inmunocomprometidos, especialmente frágiles y expuestos a patologías "con esperanza corta de vida, tratamientos muy agresivos y una carga emocional inmensa" debido al nivel de debilidad que presentan. Una de las principales motivaciones de la unidad que impulsa Martín tiene que ver con sensibilizar a los familiares sobre "por qué es tan importante el proceso de inmunización".
Sin descuidar, ha precisado la sanitaria, el nivel de coordinación que tiene que haber con el médico responsable del paciente. En la FJD ya se contempla, como una derivación más, la planteada en el itinerario del paciente hacia la unidad de inmunización. Se consigue así un "abordaje integral del paciente" realizando un proceso previo de anamnesis.
Martín ha recordado que inmunizar ha sido el acto sanitario que más millones de muertes ha evitado en la historia de la humanidad. Aterrizado sobre su trabajo diario, en este tiempo los profesionales que componen la unidad han valorado a 2007 pacientes para su inoculación de anticuerpos monoclonales, de los cuales 213 fueron candidatos válidos.
Además, se han enfocado en patologías concretas y cuya inmunización podría suponer un efecto significativo a nivel coste-efectivo: entre ellas, las de neumococo y herpes zóster, cuya estancia hospitalaria dobla la media habitual de días (de los 5 habituales a 10 en este tipo de casos). Por parte de la primera, había especial interés ya que contraer una enfermedad neumocócica invasiva supone la reducción de la esperanza de vida de una persona en hasta un 40%. En lo referido a herpes zóster, la principal causa es que hasta el 80% de los atendidos son mayores de 65 años.
Los costes asociados por la atención a pacientes con enfermedades inmunoprevenibles se han extraído de las alrededor de 32.000 estancias hospitalarias anuales en el hospital. Si se tiene en cuenta que han ocupado de media 11 camas cada año y que solo el personal auxiliar para atender a estos pacientes ha costado en torno a 1,9 millones de euros, el dinero total que cuesta al Servicio Madrileño de Salud (SERMAS) ronda los 4 millones de euros.
Primeros pasos
Una vez puesta en marcha esta unidad de inmunización, se empezaron a canalizar pacientes a ella. En apenas unas semanas ya aglutinaba unos 6.000 pacientes, generando "un embudo tremendo" que hubo que organizar y gestionar para alcanzar el objetivo, que no era otro que prevenir, ha recordado Martín. En paralelo, hubo que planificar el calendario de visitas a consulta y los talleres en los que el resto de los profesionales sanitarios fuesen conscientes de la importancia de derivar a sus pacientes a estas consultas. En la actualidad, y tras los buenos resultados obtenidos, esta experiencia está dando sus primeros pasos en los hospitales de Villalba (Madrid) y en Valencia.
VIH y diálisis
Además de abordar patologías específicas a través de vacunación, el planteamiento de la unidad fue extender su trabajo a grupos de riesgo, como es el caso de los pacientes con VIH o con diálisis. Al respecto, Martín ha compartido los resultados obtenidos hasta ahora, con una muestra de 3.300 pacientes sobre los que se examinó el estado de inmunización que tenían. La gran mayoría presentaban vacunas frente a COVID-19 y gripe; en cambio, las referidas a herpes zóster apenas rozaban el 0,01%. Así se determinó qué vacunas tendrían prioridad en este colectivo.
No obstante, Martín ha señalado que ya se están moviendo hilos para empezar políticas de vacunación frente a otros factores de alto riesgo como el virus del papiloma humano (VPH), que presentan eso sí una mayor complejidad.
El trabajo de este equipo constituido en la FJD se ha mostrado tan eficiente que han comenzado a recibir residentes de otros hospitales e, incluso, han comenzado a medir los resultados en salud que se están incorporando a varios ensayos clínicos que impulsan GSK y AstraZeneca, y donde cabe la oportunidad de incorporar tecnologías como el Big Data.
Además, la Inteligencia Artificial (IA) está permitiendo en la unidad de inmunización que se puedan automatizar las cartillas vacunales de hasta 6.869 consultas completadas hasta ahora, o en el servicio de vigilancia de las infecciones tras la implantación de prótesis de cadera.