Científicos del Instituto Francis Crick han determinado que la función de los linfocitos T puede verse comprometida por la ingesta de dosis elevadas de sucralosa, un edulcorante de uso común en la industria alimentaria. En ratones que recibieron dosis de sucralosa equivalentes a las máximas aceptables en humanos, los investigadores ...
Científicos del Instituto Francis Crick han determinado que la función de los linfocitos T puede verse comprometida por la ingesta de dosis elevadas de sucralosa, un edulcorante de uso común en la industria alimentaria. En ratones que recibieron dosis de sucralosa equivalentes a las máximas aceptables en humanos, los investigadores hallaron que tanto los linfocitos T CD4+ como los CD8+ muestran una reducida capacidad proliferativa y de diferenciación, incluso en presencia de agentes co-estimuladores de la activación. La sucralosa, pero no otros edulcorantes, también redujo la capacidad de estas células de infiltrar tumores subcutáneos. En este modelo la producción de interferón-gamma por los linfocitos T CD8+ disminuyó, con la consiguiente progresión del tumor. La actividad de esta subpoblación linfocitaria también se vio disminuida frente a un patógeno microbiano gram-positivo.
Karen Vousden, co-directora del estudio, afirma que el efecto inmunológico de la sucralosa fue altamente específico, ya que ésta no mostró impacto alguno sobre el número de células inmunitarias en los órganos linfoides secundarios, la formación de centros germinales por los linfocitos B en los ganglios linfáticos o la capacidad proliferativa de los macrófagos. La administración de este edulcorante tampoco tuvo efecto sobre el grado de ingesta, el peso corporal o la proporción entre masa magra y grasa. En el examen del mecanismo de acción los investigadores no hallaron ningún vínculo con el receptor canónico del sabor dulce, pero sí una reducción de la movilización de calcio intracelular en respuesta a la estimulación del receptor de los linfocitos T. Vousden concluye señalando que ni la sacarina sódica ni el acesulfamo de potasiio, dos edulcorantes químicamente distintos de la sucralosa, tuvieron efecto sobre los linfocitos T, incluso a concentraciones elevadas.