"Gracias a la Inteligencia Artificial (IA), avanzamos en la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades, pero también en desarrollar nuevos medicamentos y mejorar la vida de los pacientes de una manera más eficiente", afirma Carmen González Madrid, presidenta de Fundación Merck Salud. La IA ha revolucionado el sistema ...
"Gracias a la Inteligencia Artificial (IA), avanzamos en la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades, pero también en desarrollar nuevos medicamentos y mejorar la vida de los pacientes de una manera más eficiente", afirma Carmen González Madrid, presidenta de Fundación Merck Salud. La IA ha revolucionado el sistema sanitario y en la monografía `Inteligencia Artificial en el campo de la Salud´ se dilucidan algunas de los aspectos esenciales para entender la actualidad en ese ámbito.
En esta obra se destacan tres claves de la IA aplicada al campo de la salud:
Uso en diagnóstico y medicina personalizada en el ámbito oncológico: En un futuro próximo, los avances realizados hasta ahora, junto con nuevos progresos realizados en cuanto a los cambios mutacionales asociados a tratamientos, tendrán que dar paso a la implementación de la IA en la práctica clínica para ayudar en la toma de decisiones diagnósticas y terapéuticas de los pacientes con cáncer. Se está ya viendo en estos momentos las posibilidades que este tipo de metodologías están abriendo en esta área.
Responsabilidad médico-sanitaria: Las indudables ventajas que presenta la IA, deben contrapesarse con la afectación a los derechos individuales. Así, en la obra publicada por Fundación Merck Salud, se concluye que la metodología del compliance, en cuanto orientación preventiva basada en la evaluación a priori y en un seguimiento dinámico, puede ser una vía adecuada para prevenir los casos de responsabilidad médica por la utilización de la IA. La normativa sobre daños por productos defectuosos, tanto europea como española, y la regulación en materia de responsabilidad civil, resultan insuficientes para garantizar la adecuada cobertura de la responsabilidad por los daños que se causen a los pacientes a raíz de la asistencia sanitaria mediante sistemas de IA. En este sentido, como apunta la Comisión Europea, el legislador europeo y nacional deberán afrontar modificaciones para contemplar esta nueva realidad.
Transformación del sistema sanitario: El rápido desarrollo de la inteligencia artificial (IA) en el mundo actual en todos los sectores y, especialmente, en el de la Salud en general y en los sistemas sanitarios en particular, está planteando múltiples preguntas. Y es que como se explica en la monografía de Fundación Merck Salud, todavía falta en sistemas sanitarios avanzados como el nuestro una adecuada tecnología de la información (TI), es decir, una infraestructura que conecte todas las partes interesadas y les facilite la interoperabilidad haciendo que fluya la información.
Una infraestructura de estas características ha de tener una visión abierta para la gestión de los datos, independientemente de todos los permisos y salvaguardas necesarias que nunca se sustituirán por las numerosas interfaces de programación existentes entre aplicaciones. Modelos que permitan el flujo de los datos clínicos son esenciales y son los precursores de la Salud participativa, por lo que necesitamos una infraestructura de TI abierta y su papel irrenunciable como soporte central de la gran variedad de datos provenientes de las tecnologías sanitarias existentes y las que vendrán.