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¿Qué opinan los jóvenes sobre la regulación del cannabis?

Un tercio de los jóvenes fumaría más cannabis o lo probaría si se regulara su consumo, según un estudio.

22/03/2023

El 18,3 por ciento de los jóvenes consumiría más cannabis y el 15,8 por ciento probaría la sustancia si se suavizaran sus normas de control o se liberalizara su consumo, según el estudio ´Representación social del cannabis 2022. Evolución desde la mirada diferencial de la población joven´, realizado por el ...

El 18,3 por ciento de los jóvenes consumiría más cannabis y el 15,8 por ciento probaría la sustancia si se suavizaran sus normas de control o se liberalizara su consumo, según el estudio ´Representación social del cannabis 2022. Evolución desde la mirada diferencial de la población joven´, realizado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la Fundación FAD Juventud, con el apoyo de la Delegación de Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas.

De acuerdo con esta encuesta, presentada este miércoles en rueda de prensa y realizada a 1.016 jóvenes de 15 a 29 años, si las normas se suavizasen, la mayoría (51,7%) cree que aumentarían los consumos del cannabis.

Pero cuando se les pregunta por los cambios en su consumo si se liberaliza la sustancia, el 54,1 por ciento asegura que no consumiría más, frente al 18,3 por ciento que indica que sí y al 15,8 por ciento que dice que lo probaría.

Estos porcentajes han ido en aumento en comparación con los resultados de esta misma encuesta en 2016, cuando un 81,2 por ciento declaraba que, ante una posible liberalización, no consumiría más, un 4,9 por ciento decía que sí y un 6,6 por ciento que lo probaría. Por tanto, parece que los jóvenes están más predispuestos a su consumo.

Al preguntarles por los problemas derivados de la regulación, 4 de cada 10 señala que aumentarían los problemas: un 41,4 por ciento que habría más problemas para los consumidores y un 42,3 por ciento que se generarían más problemas sociales.

Pero también existen porcentajes significativos entre quienes creen que los consumidores de cannabis tendrían los mismos problemas (un 33,9 por ciento así lo ve) y que la sociedad no vería incrementada su problemática colectiva (considerado por un 34,4 por ciento de la muestra).

En cuanto a la dificultad de prevenir el consumo en menores si la sustancia se legalizara, un 36 por ciento considera que sería más difícil llevarla a cabo, frente a un 30 por ciento que cree que sería más fácil y un 27 por ciento que cree que sería igual.

El 33,8% apoya suavizar las normas de control del cannabis

Una mayoría de jóvenes, en aumento desde 2016, orienta su opinión hacia las posiciones más benévolas en relación con la necesidad de suavizar las normas actuales, aunque también crece el porcentaje de quienes apuestan por endurecerlas.

Si en 2016 el porcentaje de jóvenes que creía necesario suavizar las normas de venta y cultivo era del 24,2 por ciento, en 2022 asciende al 33,8 por ciento. Además, un 10 por ciento en 2022 opina que deberían abolirse completamente (15 por ciento en 2016). Por contra, los que piensan que deben endurecerse han pasado del 23,1 por ciento (2016) al 27,7 por ciento (2022).

Acorde con estos datos, una mayoría de jóvenes cree necesario y conveniente afrontar en España la regulación del uso terapéutico del cannabis, aunque no es tan tajante la opinión respecto a la regulación del uso lúdico. Una mayoría (55,9%) cree que es necesaria y conveniente la regulación del uso terapéutico, aunque casi el 30 por ciento cree que sería un error y el 14 por ciento dice no tener una opinión formada.

El apoyo a una posible regulación del consumo lúdico es inferior: aunque el 35 por ciento de jóvenes lo considera necesario, es mayoritaria la postura de quienes lo considerarían un error (45%) y es muy relevante el porcentaje de quienes dicen no tener una opinión formada (20%).

El consumo del cannabis aumenta en los lugares donde se legaliza

Según el último informe anual de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), que depende de la ONU, la legalización del cannabis con uso recreativo no ha logrado reducir el consumo de drogas en muchos de los lugares donde se ha implantado y los mercados ilícitos de narcóticos persisten, como indican datos por ejemplo de Colorado (Estados Unidos).

De hecho, según datos extraoficiales procedentes de diversas ONG y aportados por la ONU, en los lugares donde se ha legalizado, el consumo de marihuana "ha aumentado entre 9 y 15 por ciento con respecto a los lugares donde su uso lúdico sigue prohibido".

Al respecto, la directora técnica de FAD Juventud, Eulalia Alemany, ha resaltado que la tendencia internacional es hacia la regularización de su consumo. "Avanzamos hacia ese tema y hay que estar preparados. La ´guerra contra las drogas´ de los últimos 40 años ha funcionado relativamente", ha esgrimido.

Alemany ha comentado que "los datos de las experiencias recientes no han demostrado los beneficios que prometían", sobre todo en cuanto a la reducción del narcotráfico, entre otros. "Pero es pronto para saber", ha puntualizado.

Además, ha advertido de las "consecuencias" que puede tener una posible legalización tanto del uso terapéutico como lúdico. "Eso es lo que nos preocupa", ha asegurado.

Al hilo, la directora general de FAD Juventud, Beatriz Martín Padura, ha alertado de que el cannabis, "independientemente de su estatus legal, es una droga que causa problemas de salud pública y también sociales para algunos consumidores, al igual que ocurre con el alcohol o el tabaco".

En cualquier caso, Alemany ha señalado que, a nivel mundial, "están cambiando las leyes y la percepción social", por lo que desde la Fad tienen que "estar preparados". "No sería muy prudente negar la realidad, es la que tenemos. Tenemos que analizarla muy bien para poder trabajar en pro de la salud de la población española y, especialmente, de los más jóvenes", ha remarcado.

Piensan que el cannabis es menos perjudicial que el alcohol o el tabaco

Por otra parte, más de 7 de cada 10 jóvenes está de acuerdo con que el consumo frecuente de cannabis es menos perjudicial para la salud que el consumo frecuente de alcohol o tabaco, de acuerdo con esta encuesta, que además de jóvenes ha involucrado a 382 adultos entre 35 y 65 años.

Sin embargo, más de la mitad del colectivo (55,8%) cree que el riesgo general de consumir cannabis es bastante alto o muy alto, frente a aproximadamente un 32 por ciento que lo considera medio y un escaso 12 por ciento bajo o muy bajo.

Según la encuesta de FAD, entre quienes consumen de forma ocasional o habitual, los motivos para hacerlo pasan por lo social o por la necesidad de bienestar individual. El ocasional va más vinculado a la diversión (40%), al grupo (25%) a la curiosidad (25,7%) y a la moda (15%); mientras el habitual a la relajación (38,69%), la evasión (33,5 por ciento) y el placer (19,19%). Los motivos terapéuticos solo son señalados por un 19,5 por ciento de los encuestados sobre el consumo habitual.

Pese a ello, la mayoría de jóvenes es consciente de los problemas que puede acarrear su consumo, ya que consideran bastante o muy probable que se den los siguientes problemas: legales (lo indica el 65,3%), relacionales (60,4%), en el trabajo o estudios (57,6%) o desarrollo de enfermedades mentales trastornos de salud mental (53%).

En cuanto a los problemas que creen que tienen las personas concretas de su entorno que consumen cannabis frecuentemente, se invierte el orden de los problemas conocidos: las menciones a los problemas mentales son las más señaladas (por un 44% de jóvenes) y a los problemas legales las que menos (por un 23%).

Según los últimos datos de consumo en España entre población joven, procedentes de la encuesta ESTUDES del Ministerio de Sanidad en 2021, el cannabis es la droga ilegal más consumida: un 28,6 por ciento de estudiantes de 15 a 18 años lo ha consumido alguna vez; el 22,3 por ciento en el último año; y un 14,9 por ciento en el último mes.

Si se considera a la totalidad del conjunto de estudiantes de 14 a 18 años de Enseñanzas Secundarias, los consumidores problemáticos de cannabis (con riesgos para la salud mental, para sus relaciones y/o dificultades para el aprendizaje, entre otras consecuencias) representan un 3,0 por ciento.

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