La atrofia muscular espinal (AME) está considerada, actualmente, como una devastadora enfermedad de las neuronas motoras infantiles que afecta a 1 de cada 6.000 niños. En los casos más graves, y cuando no se tratan, los pequeños que nacen con esta patología mueren en los dos primeros años de vida. Si ...
La atrofia muscular espinal (AME) está considerada, actualmente, como una devastadora enfermedad de las neuronas motoras infantiles que afecta a 1 de cada 6.000 niños. En los casos más graves, y cuando no se tratan, los pequeños que nacen con esta patología mueren en los dos primeros años de vida.
Si bien es verdad que la AME no tiene cura, comúnmente se trata con terapias que aumentan la producción de la proteína SMN, incluida una terapia génica que inserta un nuevo gen SMN en las neuronas motoras. La deficiencia de dicha proteina daña las neuronas y, finalmente, estas ya no pueden controlar los músculos del cuerpo.
Ahora, investigadores del Irving Medical Center, adscrito a la Universidad de Columbia (EEUU), han logrado identificar un defecto genético que conduce a esta difícil patología. Se trata de una pista que los neurólogos han estado intentando averiguar durante décadas.
"Para muchos pacientes, las terapias son bastante efectivas si se administran temprano en el curso de la enfermedad. Sin embargo, los tratamientos no funcionan para todos, pueden tener efectos secundarios significativos, y dado que estas terapias tienen una vida corta, no sabemos cuánto durarán. Claramente hay una necesidad de nuevos enfoques", subrayó el prof. Umrao Monani, investigador de AME en el Colegio de Médicos y Cirujanos Vagelos de la Universidad de Columbia, quien dirigió el equipo de investigación.
Los investigadores encontraron que la deficiencia de SMN generalmente daña las neuronas al afectar una proteína diferente, Hspa8, que ayuda a ensamblar un enlace de comunicación crítico entre las neuronas motoras y las células musculares. Con Hspa8 fuera de servicio, los enlaces de comunicación nunca se construyen y los mensajes no se pueden enviar desde la neurona al músculo. Los músculos no pueden contraerse sin recibir estos mensajes y eventualmente se desgastan.
Recuperación significativa
Sin embargo, los investigadores pudieron observar que algunos ratones con AME eran más fuertes y menos afectados por la enfermedad. Pudieron comprobar que estos ratones albergaban una variante específica del gen Hspa8 que no estaba afectada por la deficiencia de SMN.
Un tratamiento que imita el efecto protector de la variante Hspa8 podría tener un efecto potente en las personas, dice Monani, si los experimentos con ratones de los investigadores son una indicación.
Usando un enfoque que convirtió Hspa8 en su forma variante, los investigadores encontraron una recuperación significativa de la función neuromuscular y la supervivencia en ratones con AME grave. Los ratones tratados sobrevivieron aproximadamente 300 días, en comparación con solo 10 días para los ratones no tratados. "Nunca antes habíamos visto un aumento tan grande en la supervivencia de estos ratones, incluso cuando se los trató con nusinersen, un tratamiento actual para la AME", expuso el prof. Monani.
No obstante, se considera la necesidad de más estudios para determinar la mejor manera de traducir los hallazgos en un nuevo tratamiento para la AME. "La forma más sencilla sería encapsular la variante Hspa8 en un virus y administrar la terapia génica a los pacientes, como hicimos con los ratones. Otra posibilidad es usar virus o moléculas pequeñas para convertir el Hspa8 normal en la variante", concluyó el prof. Monani.