La epilepsia abarca un grupo de diagnósticos relativos a trastornos cerebrales que dan lugar a ataques epilépticos recurrentes, que pueden reducir la conciencia y causar movimientos bruscos de las extremidades, por ejemplo, junto con otros síntomas neurológicos. Las convulsiones son causadas por descargas eléctricas transitorias de las células nerviosas (neuronas) ...
La epilepsia abarca un grupo de diagnósticos relativos a trastornos cerebrales que dan lugar a ataques epilépticos recurrentes, que pueden reducir la conciencia y causar movimientos bruscos de las extremidades, por ejemplo, junto con otros síntomas neurológicos. Las convulsiones son causadas por descargas eléctricas transitorias de las células nerviosas (neuronas) del cerebro.
Con frecuencia, su causa es imposible de precisar. Suele presentarse de manera autónoma o como síntoma de otras enfermedades o síndromes. Puede ser congénita o surgir después de eventos como un accidente cerebrovascular, crecimiento tumoral o una infección grave.
Muchas de las personas con epilepsia dejan de tener convulsiones después de algunos años de medicación y logran llevar una vida normal; pero en un tercio de los enfermos, a pesar del tratamiento farmacológico, las convulsiones persisten. Prácticamente todos los aspectos de su existencia se ven afectados: el trabajo y la vida personal, las relaciones, y la capacidad de conducirf, entre otras.
Estigma asociado a la epilepsia
En este contexto, investigadores de la Universidad de Gotemburgo (Suecia) se han centrado en el estudio del estigma asociado con la epilepsia y en los factores socioeconómicos ligados. Dicho estigma se asocia a que estos pacientes sean etiquetados, discriminados y, incluso, pierdan estatus social como resultado del diagnóstico, tanto en el trabajo como en sus relaciones, lo cual puede precipitar problemas con su salud mental.
"Encontramos que, estadísticamente, las personas con menor nivel educativo y de ingresos tienen una epilepsia más severa y, al mismo tiempo, menos oportunidades de acceso a consultas de atención neurológica especializada", según explicó la Dra. Klara Andersson, de la Universidad de Gotemburgo y médica residente de neurología en el Hospital Universitario Sahlgrenska.
El tratamiento médico de las convulsiones de epilepsia es el punto de partida natural en la atención de la epilepsia, pero también se deben considerar los aspectos sociales del trastorno si se quieren lograr resultados exitosos en el abordaje de este trastorno.
En este sentido, la Dra. Andersson subraya la importancia de un manejo individual de la patología que tenga en cuenta las circunstancias sociales de los pacientes."Las barreras sociales, el estigma y las situaciones médicas complejas aumentan los requisitos de atención especializada en epilepsia. Un equipo multidisciplinario que facilite la comunicación, la educación y la capacitación, el apoyo psicológico y la colaboración con agentes externos es crucial para que las personas vulnerables con epilepsia obtengan el apoyo que necesitan", concluyó esta experta.