Investigadores del Instituto Francis Crick, en Reino Unido, han descubierto que el proceso que sigue el organismo para eliminar las partes viejas y dañadas de las células es también esencial para combatir las infecciones que se instalan en ellas, como la tuberculosis. Si este proceso natural puede aprovecharse con nuevos ...
Investigadores del Instituto Francis Crick, en Reino Unido, han descubierto que el proceso que sigue el organismo para eliminar las partes viejas y dañadas de las células es también esencial para combatir las infecciones que se instalan en ellas, como la tuberculosis. Si este proceso natural puede aprovecharse con nuevos tratamientos, podría suponer una alternativa a los antibióticos o mejorar su uso, sobre todo cuando las bacterias se han hecho resistentes a los fármacos existentes.
En su estudio, publicado en la revista ´Nature Microbiology´, ante el Día Mundial de la Tuberculosis, que se celebra el 24 de marzo, el equipo estudió genes clave para la capacidad de las bacterias de eludir la autofagia, una vía que las células utilizan para autodestruirse cuando están sometidas a estrés o infectadas.
Crearon células inmunitarias humanas llamadas macrófagos a partir de unas células madre especializadas llamadas células madre pluripotentes inducidas, que tienen la capacidad de convertirse en cualquier tipo de célula del cuerpo.
A continuación, utilizaron herramientas de edición del genoma para manipular la capacidad de los macrófagos para realizar la autofagia. Cuando se eliminaron los genes clave para la autofagia y se infectaron las células con ´Mycobacterium tuberculosis´ (bacilo causante de la tuberculosis), la infección bacteriana se afianzó, replicándose más dentro de las células manipuladas y causando la muerte masiva de las células huésped.
Estos resultados demuestran el importante papel de la autofagia en el control de infecciones intracelulares como la tuberculosis. Si esta vía puede potenciarse o reforzarse, podría ser una nueva vía para combatir la resistencia a los antibióticos, haciendo más eficaces los fármacos antibióticos existentes o presentando una alternativa a los fármacos en los casos en que las bacterias hayan desarrollado resistencia.
Max Gutiérrez, jefe del Laboratorio de Interacciones Huésped-Patógeno en la Tuberculosis del Crick, recuerda que estudió por primera vez el papel de la autofagia en la infección durante su doctorado, pero que gracias a las últimas tecnologías, han podido demostrar "que esta vía desempeña un papel clave en el control de la infección".
"Al igual que las inmunoterapias han aprovechado el sistema inmunitario para combatir el cáncer, potenciar esta defensa inmunitaria con una terapia dirigida al huésped podría ser una nueva y valiosa herramienta en la lucha contra las infecciones, sobre todo las que se están haciendo resistentes a los antibióticos", añade.
El equipo también validó sus resultados utilizando macrófagos aislados de muestras de sangre, confirmando la importancia de la autofagia en las defensas humanas.
Beren Aylan, coautor y estudiante de doctorado en el Crick junto con Elliott Bernard y Enrica Pellegrino, explica que "la resistencia a los antibióticos es una enorme amenaza para nuestra salud, por lo que es increíblemente importante entender cómo nuestro organismo combate las infecciones y dónde puede haber margen de mejora".
"La tuberculosis es un buen ejemplo de cómo las defensas inmunitarias pueden ser muy eficaces, ya que se necesita un largo tratamiento con antibióticos para eliminar la infección --prosigue--. Todo lo que se pueda hacer para eliminar más eficazmente las bacterias también podría suponer una gran diferencia en el coste y la accesibilidad de los tratamientos".
El equipo planea ahora buscar compuestos farmacológicos que puedan utilizarse para estimular la autofagia de forma selectiva. "Potenciar la vía de la autofagia no es tan sencillo como parece --añade Max--. Todas las partes del cuerpo utilizan la autofagia para reciclar las células viejas y dañadas. Para aumentar la autofagia de forma segura en el lugar de las infecciones, tenemos que dirigirnos a la vía sólo en los macrófagos".