La perspectiva de género en Medicina y Salud Pública contribuye a explicar por qué y cómo determinantes como, por ejemplo, la conciliación entre trabajo y familia, entre otros, inducen desigualdades en salud. Así lo constatan los resultados de la encuesta "Las Mujeres y La Salud", presentados este martes en rueda de prensa por la Dra. María Teresa Ruiz Cantero, investigadora especializada en prevención y salud pública con perspectiva de género, y Organon, representado por el Dr. Manuel Anxo Blanco, director ejecutivo de relaciones institucionales, acceso al mercado y comunicación, de esta compañía farmacéutica.

La encuesta, realizada por Psyma Ibérica y apoyada por la Universidad de Alicante, pone de manifiesto que "es imprescindible impulsar una salud con perspectiva que tenga en cuenta todos los factores que afectan a la salud de las mujeres", según subrayó el Dr. Anxo. El grupo poblacional que participó en este trabajo fue de 1.504 mujeres, con edades comprendidas entre los 18 y 75 años.

Entre sus principales resultados cabe destacar la relación entre autopercepción de la salud de las mujeres y su capacidad de conciliación. De esta forma, tal como expuso la Dra. Ruiz Cantero, "el 72% de las mujeres que concilian consideran su estado de salud bueno o muy bueno, frente al 65% en el grupo de las que no han logrado dicha conciliación. Mientras, un 55 de las mujeres que concilian perciben un estado de salud malo, porcentaje que se duplica en aquellas que no concilian". "Hemos observado un impacto directo de la conciliación en el sentido de que a mayor conciliación, mejor estado de salud y mejores condiciones para promover la salud de las mujeres", destaca la también catedrática de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Alicante.

Priorización de áreas en relación con la salud

Un apartado a destacar en la encuesta ha sido el relativo a la priorización de áreas que requieren mayor atención en relación con la salud de las mujeres. Así, entre 20 opciones que se dio a las encuestadas, entre las áreas que sobresalen destacan la violencia de género (26%); menopausia (23%), conciliación laboral y familiar (23%); embarazo y fertilidad (22%); y envejecimiento activo (22%). Por el contrario, entre las menos señaladas figuran de menor a mayor puntuación: la educación de pacientes (3,2%); diversidad, equidad e inclusión (4,3%); y acoso laboral (6,6%). Frecuentación a consultas

Del estudio se desprende, por otra parte, que el 52,2% de las mujeres que pueden conciliar trabajo y familia suelen solicitar revisiones con su ginecólogo de manera periódica, frente al 39,2% del grupo que no concilia.

Con respecto a la frecuentación a consultas con el médico de Atención Primaria, eI 41,1% del grupo con posibilidad de conciliar consulta a este u otros especialistas cuando tiene dudas de salud, lo que en el caso de las mujeres que no concilian se da en el 30,6% de los casos.

En esta línea, y en relación a prevención de enfermedades y problemas de salud de las mujeres, un 50,4 % aseguran acudir a un reconocimiento médico al menos una vez al año para controlar su estado de salud. Las revisiones ginecológicas periódicas suelen ser solicitadas por un 47,7%.

En este apartado, un 64,5% evita tomar alcohol y fumar, y un 58,2%, sigue una dieta equilibrada y evita tomar alimentos y bebidas con alto contenido de sal, azúcares, grasas o cafeína. En cuanto a la realización de ejercicios de relajación para disminuir los nervios y mantenerse tranquila solo un 14,7% afirma llevarlos a la práctica. Por otra parte, la realización de ejercicio físico de manera regular es una práctica que suelen realizar el 39% de mujeres que pueden conciliar, frente al 26% de las que no lo hacen. Además, el 61% de mujeres que concilian afirma tener rutinas adecuadas de sueño (7-8 horas), a diferencia del 41% entre las que no concilian.

En conclusión, como resumió, la Dra. Ruiz Cantero, "la perspectiva de género en Medicina y Salud Pública contribuye a explicar por qué y cómo los determinantes, como el de la conciliación entre otros, inducen desigualdades en salud evitables comparando entre mujeres y hombres, pero también entre distintos grupos de mujeres. La información sobre conductas promotoras de la salud, como las ligadas a la búsqueda de recuperación de la misma, suponen retos desde la perspectiva de la interacción sexo-género, reconociendo que, junto con los determinantes biológicos y sanitarios, existen medidas socioeconómicas y políticas que aplicadas de manera eficaz ayudan a mejorar la salud de las mujeres, en este caso, pero también de los hombres cuando ambos sexos son incluidos en las investigaciones".

El Dr. Anxo subrayo, por su parte, que "toda esta investigación y datos que salen de la escucha, así como que estas herramientas que podamos tener, impacten directamente en la práctica clínica y que todo ese conocimiento redunde en una modificación de la práctica clínica para tener en cuenta todas estas perspectivas en la atención de las mujeres".

El portavoz de Organon aprovechó, asimismo, para anunciar que en pocas semanas "presentaremos un mapa un atlas donde podemos ver más de 200 indicadores alrededor de la salud de las mujeres y que va a suponer una importante base de datos para poder realizar no sólo estudios, sino poder tomar decisiones en torno a la salud de las mujeres".