Un nuevo estudio ha descubierto que las personas que sufren actualmente o corren un alto riesgo de sufrir un trastorno de estrés postraumático (TEPT) muestran patrones particulares en cuatro biomarcadores medibles con un simple análisis de sangre. Los resultados sugieren que estos biomarcadores podrían utilizarse para predecir la probabilidad de ...
Un nuevo estudio ha descubierto que las personas que sufren actualmente o corren un alto riesgo de sufrir un trastorno de estrés postraumático (TEPT) muestran patrones particulares en cuatro biomarcadores medibles con un simple análisis de sangre. Los resultados sugieren que estos biomarcadores podrían utilizarse para predecir la probabilidad de que una persona desarrolle TEPT, diagnosticar el trastorno o monitorizar la respuesta al tratamiento.
El TEPT puede producirse tras experimentar o presenciar un acontecimiento traumático. Actualmente se diagnostica basándose en síntomas como flashbacks, dificultad para dormir o concentrarse, pensamientos negativos, problemas de memoria y evitación de situaciones desencadenantes. Dado que otros trastornos pueden presentar algunos de estos mismos síntomas, puede resultar difícil diagnosticar el TEPT y evaluar los cambios en respuesta al tratamiento.
Esta investigación, en la que participaron más de 1.000 militares, representa el mayor estudio prospectivo realizado hasta la fecha para evaluar los marcadores biológicos del TEPT a lo largo del tiempo, presentado en Discover BMB, la reunión anual de la Sociedad Americana de Bioquímica y Biología Molecular.
"Este estudio aporta valiosos datos sobre la historia natural del TEPT y la eficacia de las intervenciones, que pueden servir de base para elaborar directrices de tratamiento y mejorar la atención a las personas que lo padecen", afirma Stacy-Ann Miller, investigadora del Instituto de Investigación del Ejército Walter Reed, en Estados Unidos.
"Unos mejores métodos de predicción o detección del TEPT podrían ayudar a superar el trastorno identificando a los individuos con alto riesgo de desarrollarlo y proporcionándoles estrategias de intervención temprana o prevención --señala--. Esto podría reducir potencialmente la gravedad de los síntomas o evitar que el trastorno se desarrolle por completo".
Los biomarcadores, que reflejan procesos biológicos, pueden proporcionar una medida objetiva de los cambios fisiológicos asociados a enfermedades como el TEPT. Para el estudio, los investigadores analizaron cuatro biomarcadores en muestras de sangre de miembros del servicio activo tomadas antes de un despliegue de 10 meses, tres días después de su regreso y entre tres y seis meses después de su regreso.
Los biomarcadores se han relacionado anteriormente con el estrés, la depresión, la ansiedad y los trastornos mentales. Entre ellos se encontraban: el índice glucolítico, una medida de cómo el cuerpo descompone el azúcar para producir energía; la arginina, un aminoácido que interviene en los sistemas inmunitario y cardiovascular; la serotonina, un mensajero químico que ayuda a regular el estado de ánimo, el sueño y otras funciones; y el glutamato, un mensajero químico que interviene en el aprendizaje y la memoria.
Los investigadores dividieron a los miembros del servicio en grupos en función de las medidas de TEPT y resiliencia mental y compararon los cuatro biomarcadores entre los distintos grupos. Se clasificó a los participantes en pacientes con TEPT, con TEPT subumbral o sin TEPT, en función de su diagnóstico clínico y sus síntomas de TEPT.
Clasificaron la resiliencia de los participantes en función de una combinación de factores que incluían el TEPT, la ansiedad, la calidad del sueño, los trastornos por consumo de alcohol, las exposiciones al combate, las lesiones cerebrales traumáticas y la salud física y mental general. Estudios anteriores han demostrado que las personas consideradas con baja resiliencia en función de estas medidas tienen muchas más probabilidades de desarrollar TEPT tras el despliegue que aquellas con alta resiliencia.
Al comparar estos biomarcadores en personas con diferentes estados de TEPT y niveles de resiliencia, los resultados mostraron que las personas con TEPT o TEPT subumbral tenían un índice glucolítico significativamente más alto y arginina más baja que las personas con alta resiliencia.
Las personas con TEPT también tenían una serotonina significativamente más baja y un glutamato más alto que las que tenían una alta resiliencia. Estas asociaciones fueron independientes de factores como el sexo, la edad, el índice de masa corporal, el tabaquismo y el consumo de cafeína.
Según los investigadores, los biomarcadores podrían ayudar a predecir qué personas tienen un riesgo elevado de padecer TEPT, mejorar la precisión del diagnóstico de este trastorno y comprender mejor los factores que lo provocan y sus efectos.
Según Miller, "la mejora de los métodos de detección y predicción del TEPT podría contribuir a mejorar los enfoques terapéuticos al proporcionar una comprensión más profunda de los mecanismos biológicos subyacentes del trastorno. Esto podría conducir al desarrollo de tratamientos más específicos y eficaces para el TEPT o para identificar subtipos específicos de TEPT, que pueden responder de manera diferente a diferentes tratamientos", añade.
Los investigadores advierten de que se necesitaría más investigación y validación para confirmar la utilidad de los biomarcadores en el mundo real.