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Relación médico-paciente, clave en el abordaje de la dermatitis atópica

El 10% de los pacientes con esta patología dermatológica, inflamatoria y crónica están en fases moderadas o graves, lo que afecta gravemente a su calidad de vida.

30/03/2023

Alrededor de 45.000 personas de la Región de Murcia (un 3% de la población total) padece dermatitis atópica, una enfermedad inmunomediada de la piel, inflamatoria y crónica que afecta en gran medida a la calidad de vida de quienes la padecen. Así lo ha señalado el Dr. Ángel López, jefe del ...

Alrededor de 45.000 personas de la Región de Murcia (un 3% de la población total) padece dermatitis atópica, una enfermedad inmunomediada de la piel, inflamatoria y crónica que afecta en gran medida a la calidad de vida de quienes la padecen.

Así lo ha señalado el Dr. Ángel López, jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Santa Lucía durante la jornada "Dermatitis atópica grave visible e invisible, retos en el proceso asistencial que tenemos por delante" celebrada en Cartagena.

Un correcto abordaje de la enfermedad pasa por la necesidad de conocer en profundidad los criterios de diagnóstico, así como las implicaciones en la calidad de vida que esta patología puede tener en cada uno de los pacientes. Estas han sido algunas de las principales conclusiones de esta jornada que ha reunido a dermatólogos de la región y que ha contado con el apoyo de la biofarmacéutica AbbVie.

Afectación física y emocional

Durante la presentación de la jornada, López ha destacado que "hasta hace poco, no se tenía un control adecuado de la dermatitis atópica, por lo que la innovación terapéutica de los últimos años ha permitido mejorar parámetros y supone un avance considerable para los pacientes". Además, también ha señalado la importancia de la atención primaria, a la que considera "la puerta de entrada al sistema sanitario de estos pacientes. Por eso, el médico de familia debe estar actualizado para poder ofrecer los mejores cuidados sanitarios y derivar aquellas personas que padezcan formas moderadas a graves que no están adecuadamente controlados".

A día de hoy, un 10% de los pacientes con dermatitis atópica, se encuentran en estadios moderados o graves de la enfermedad.

Por su parte, el Dr. Francisco de León, del Servicio de Dermatología del Hospital Santa Lucía, ha comentado que la dermatitis atópica no solo afecta a nivel físico, sino también al emocional, un ámbito que debe ser tenido en cuenta para un buen manejo de la enfermedad. Además, señaló que "Actualmente se está trabajando en la actualización de la patología por parte de todos los agentes y profesionales implicados para mejorar la asistencia de los pacientes con dermatitis atópica y sus comorbilidades en todas sus fases de gravedad, así como mejorar el acceso de aquellos pacientes con formas moderadas y graves a los tratamientos más adecuados en cada caso".

Dermatitis atópica y adolescencia: en primera persona

Un grupo de población que debe ser abordado de manera especial son los adolescentes, una edad que conlleva muchos cambios emocionales, a lo que se une también sobrellevar esta enfermedad.

Según el Dr. de León, "posiblemente esta etapa sea la más complicada para los pacientes con enfermedades crónicas porque se vive todo con mayor intensidad emocional y esto puede llevar a que se sientan menos entendidos por su entorno (familiares o médicos). Además, durante la adolescencia, lo que los demás piensen de uno mismo puede tener un gran impacto personal y nos puede moldear como personas. De hecho, se han detectado un aumento del riesgo de comorbilidades psicológicas como la ansiedad y la depresión entre estos pacientes".

Esta es una de las vivencias que ha podido contar en primera persona, Gonzalo Mozas, paciente joven que padece dermatitis atópica desde la infancia y miembro de la AADA "Me he criado entre cremas, porque a los pocos días de nacer me diagnosticaron dermatitis atópica grave y este diagnóstico me ha condicionado la vida desde el primer momento".

Gonzalo ha señalado cómo la patología le ha afectado a la hora de realizar actividades que consideramos cotidianas, como el deporte, o incluso a su vida laboral. "Siempre he hecho distintos deportes, pero al final tenía que dejarlos. Por ejemplo, practicaba fútbol americano pero el sudor conllevaba a la aparición de abundantes eccemas. También tuve que dejar de nadar en piscinas de cloro. Además, hace unos meses estuve trabajando de repartidor de pizzas, como motorista, y el hecho de ir con el casco todo el rato, hacia que la cara se me pusiera fatal. Todos los ámbitos de la vida conllevan sacrificios, pero cuando una persona padece dermatitis atópica grave, se agravan".

Estigmatización

La estigmatización social también es uno de los principales obstáculos a los que se enfrentan los pacientes de dermatitis atópica, algo que se agrava en una época tan compleja como la adolescencia. Por eso, Gonzalo ha querido señalar "la importancia de forjar un círculo con personas que te aporten un espacio social seguro donde uno pueda desarrollarse sin preocuparse por la patología. Esto es esencial porque en la adolescencia necesitas, más que nunca, interaccionar con la gente y descubrir el mundo que te rodea y el aislamiento no ayuda y puede llevar a situaciones psicológicas complicadas."

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