Hablamos ahora con Daniel María Lubián (nº colegiado: 111107057), presidente de la sección de Ginecología Psicosomática de la SEGO y jefe de Servicio de Obstetricia y Ginecología de los Hospitales QuirónSalud Campo de ...
Hablamos ahora con Daniel María Lubián (nº colegiado: 111107057), presidente de la sección de Ginecología Psicosomática de la SEGO y jefe de Servicio de Obstetricia y Ginecología de los Hospitales QuirónSalud Campo de Gibraltar, Viamed Bahía de Cádiz y San Juan Grande de Jerez. "Llevo más de 25 años dedicándome a la oncología ginecológica y oncología mamaria, así como al estudio de la menopausia y la importancia del componente biopsicosocial en el abordaje de la patología ginecobstétrica", comienza a relatarnos.
Su día a día consiste en la valoración y el tratamiento quirúrgico de las pacientes con patología oncológica tanto del aparato genital femenino como de las mamas. "La ginecología y obstetricia psicosomática -mejor denominada actualmente biopsicosocial- es la parte más transversal de nuestra especialidad, pues más que una subespecialidad es un cambio de paradigma en la atención integral a la mujer". Se trata pues de un abordaje transversal en el que no solo se considera la esfera física de la enfermedad -modelo biomédico o biotecnológico-, sino que además se contemplan otras variables familiares, sociales, económicas y psicológicas "que inciden en la forma de enfermar de cada mujer y en la manera en la cual esta promueve su salud".
La oncología ginecológica es uno de los campos que más ha evolucionado dentro de la medicina, tanto en el diagnóstico como en los tratamientos. "Los avances son el empoderamiento de la mujer -también en su relación médico-paciente-, el papel de la bioética en nuestra relación con la paciente, y la transformación del llamado `modelo centrado en el paciente´ (basado en conocer las creencias y expectativas del paciente para hacerle participar en un plano de igualdad en la toma de decisiones sobre su enfermedad), a un modelo más abierto que se adapta sin prejuicios a la medicina basada en evidencias". En este nuevo paradigma, añade, la labor del médico es encontrar la evidencia científica más útil para esa persona en particular y para esa enfermedad concreta.
Daniel María Lubián es un enamorado de su profesión y un gran defensor de la medicina en España. "Nuestra especialidad goza de gran prestigio a nivel internacional con una Sociedad -la SEGO- que apuesta de manera decidida por la formación de sus afiliados, lo cual garantiza los altos estándares de calidad en la atención a la mujer española", señala.
Pero también hay aspectos negativos. Uno de ellos es el problema de la natalidad. "La disminución drástica de la maternidad en nuestro país provocará a largo plazo un desnivel entre las dos grandes subespecialidades (ginecología y obstetricia)".
A estos problemas exógenos se unen otros endógenos como la falta de especialistas para realizar atención continuada y la precarización laboral. Así lo cree el experto: "Si queremos consolidar el sistema de salud español es necesario que al especialista en obstetricia y ginecología se le reconozca económica y profesionalmente conforme a la formación que requiere".
Como presidente de la Sección de Ginecología Psicosomática de la SEGO, Daniel María Lubián añade: "Desde nuestra Sección, queremos que las administraciones sean conscientes del problema del burnt out profesional y de cómo se debe cuidar al especialista que cuida a la mujer". Para ello, son fundamentales los talleres tanto online como presenciales y los documentos de consenso y protocolos que seguirán llevando a cabo durante este mandato.
Una especialidad en la que el médico ya no solo cura, sino que además ejerce un rol fundamental como informador-formador en base a fuentes fiables. "Dicha información veraz y no ideologizada facilita que sea la paciente empoderada la que decida el mejor tratamiento propuesto para ella en ese momento determinado (negociación terapéutica)".
Daniel María Lubián se despide de nosotros con un mensaje esperanzador. "Debemos seguir siendo una especialidad eminentemente médico-quirúrgica en la que además la investigación provea innovación y progreso". La formación en este sentido constituirá un elemento esencial: "Al ser una especialidad tan amplia, probablemente se necesite una mayor subespecialización oficialmente reconocida que permita mantener los altos estándares de calidad y mejorar aún más la atención a las mujeres en nuestro país".